Un piloto de combate de Estados Unidos revela encuentro con un OVNI
Un oficial en retiro de la Armada de Estados Unidos hablaron por primera vez de un encuentro que tuvieron con un Objeto Volador No Identificado (OVNI) mientras piloteaba un cazabombardero en 2004.
El testimonio sale a la luz luego de que el Pentágano reconociera que existió un millonario programa secreto para investigar avistamientos de Ovnis.
El evento relatado por el comandante David Fravor, junto al el teniente-comandante Jim Slaight, fue uno de los muchos casos investigados por el programa.
Según el relato de ambos militares, el cual fue publicado por The New York Times, estaban en una misión de entrenamiento de rutina a unos 300 kilómetros de la costa del Pacífico cuando respondieron un mensaje de radio del portaaviones de la Armada U.S.S. Princeton, que solicitaba información sobre si portaban armas.
"Dos CATM-9", respondió el comandante Fravor, refiriéndose a un misil inofensivo porque no estaba contemplado ningún intercambio hostil en la costa de San Diego esa tarde de noviembre.
"Bien, tenemos un vector real para usted", respondió el operador desde el buque.
El U.S.S. Princeton había estado rastreando señales misteriosas de posibles objetos aéreos que aparecían sorpresivamente a una altitud de 24 mil metros y que luego se precipitaban hacia el mar, deteniéndose a unos 6 mil metros y revoloteaban. Luego, o bien salían del alcance del radar o tomaban velocidad vertiginosa.
El operador de radio dio instrucciones a ambos cazas para que investigaran la zona.
Los dos aviones de combate se dirigieron al lugar, y poco después el portaaviones los alertó de que habían llegado al "complot de fusión" con el objeto. Eso significaba en lenguaje naval que ya estaban tan cerca de él que desde el U.S.S. Princeton no podían diferenciarlos.
Los pilotos, sin embargo, no veían nada. Tampoco había algo en sus radares.
Entonces, el comandante Fravor miró hacia el mar. Dijo que estaba tranquilo ese día, pero que vio olas que rompían sobre algo que flotaba apenas unos metros sobre la superficie. Fuera lo que fuera, era lo suficientemente grande como para hacer que el mar se agitara.
La describió como una aeronave de algún tipo, blanquecina, de unos 12 metros de largo y de forma ovalada. La nave se movía de forma errática, permaneciendo sobre la perturbación de las olas pero sin moverse en una dirección específica, dijo Fravor. La perturbación hacía que las olas se vieran espumosas, como si el agua estuviera hirviendo.
Fravor comenzó un descenso circular para observar desde más de cerca, pero a medida que bajaba, el objeto comenzó a ascender hacia él. Era casi como si viniera a encontrarlo a mitad de camino, dijo.
El comandante cambió la trayectoria y se dirigió directamente hacia el objeto, pero este –dijo Fravor- “aceleró como jamás haya visto”. El oficial dijo que quedó desconcertado.
Los dos aviones de combate habían perdido contacto con el U.S.S Princeton, pero previamente habían acordado un punto de encuentro a 100 kilómetros de distancia, llamado punto culminante, en el lenguaje de la aviación.
Estaban en camino y se acercaban cuando el buque retomó contacto por radio. "Señor, no lo creerá", dijo el operador de radio, "pero esa cosa está en su punto culminante".
"Estábamos a por lo menos 60 kilómetros de distancia, y en menos de un minuto esto ya estaba en nuestro punto culminante", dijo Fravor.
Para cuando los dos aviones de combate llegaron al punto de encuentro, el objeto había desaparecido.
Los aviones de combate regresaron al portaaviones U.S.S. Nimitz, donde todos en el buque se habían enterado del encuentro del comandante Fravor y se burlaban de él.
Los superiores del oficial no investigaron más sobre el hecho y él continuó su carrera, con misiones en el Golfo Pérsico durante la guerra de Irak.
Fravor recuerda que esa noche un compañero piloto le preguntó qué fue lo que había visto. El respondió: "No tengo idea de lo que vi. No tenía plumas, alas o rotores y superó a nuestros F-18 (…) Quiero volar uno".