Un juez de segunda instancia suspendió este miércoles el decreto por el que empezó a exigirse el pase sanitario para entrar en determinados lugares de Rio de Janeiro, entre ellos sus icónicos puntos turísticos.
En su decisión, el juez Paulo Rangel, del Tribunal de Justicia de Rio, califica el decreto firmado por el alcalde de Rio, Eduardo Paes, como "dictadura sanitaria" y compara la "persecución" de los no vacunados con la que sufrieron, entre otros, los judíos y cita a Hitler.
El fallo, de caracter provisional, será recurrido por la Fiscalía del municipio de Rio de Janeiro. El pase sanitario que comprueba la inmunización contra el coranavirus empezó a ser obligatorio el pasado 15 septiembre para acceder a los icónicos puntos turísticos de Rio de Janeiro, como el Pan de Azúcar, a los centros deportivos, muy frecuentados por los cariocas, a los cines, a los teatros y a salas de conciertos, entre otros puntos.
Bares y restaurante quedaron excluidos. "Ya dije en otra oportunidad y aquí lo repito. El decreto divide a la sociedad en dos tipos: los vacunados y los no vacunados,impidiendo a los NO VACUNADOS de circular libremente por lugares de Rio de Janeiro, con grave violación de la libertad de locomoción", escribió el magistrado.
Un pasaporte que "estigmatiza"
Para Rangel, el pasaporte sanitario "estigmatiza a las personas creando una marca depreciativa (...) con el nítido onbjetivo del control social", y lo compara con la marcación de los esclavos y del ganado.
En un fragmento del fallo, el juez recuerda que "los judíos fueron perseguidos y los negros esclavizados "por el miedo que se introducía en la mente de la gente de la época, tratando a esas personas como incapaces, peligrosas y nocivas a la sociedad".
Y menciona a Hitler, "que a través de la propaganda nazi introdujo en la población el miedo de los judíos y de los gitanos". La decisión del juez atiende a un pedido de habeas corpus de una ciudadana, a quien le fue concedido un salvoconducto, pero "por su carácter colectivo, se extiende a la población general", explica la corte.
En Rio se han registrado cerca de 33.000 muertes por covid-19, con una tasa de mortalidad muy elevada, de más de 440 por 100.000 habitantes, muy superior a la media nacional (283). Con 596.000 fallecidos, Brasil es el segundo país que más vidas perdió por la pandemia, superado solo por Estados Unidos.
