Un hombre hispano-brasileño de 36 años detenido tras llevar a cabo un ataque con una espada en el que murió un adolescente de 14 años en Londres fue acusado este miércoles de asesinato, informó la policía.
Marcus Aurelio Arduini Monzo fue señalado de la muerte de Daniel Anjorin en los hechos registrados el martes, indicó Scotland Yard en un comunicado.
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Otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas dos agentes, por lo que también fue acusado de dos cargos por intento de asesinato y dos cargos por lesiones, según la policía de la capital británica.
Está previsto que el sospechoso del ataque con espada, que tiene doble nacionalidad española y brasileña, comparezca ante la justicia el jueves.
"Empezamos a hacernos una idea de lo que ocurrió el martes", pero la investigación es "compleja dado el número de escenas del crimen, pruebas forenses, horas de grabaciones de videovigilancia y testigos con los que tenemos que hablar", explicó este miércoles en un comunicado el inspector jefe Larry Smith, a cargo de la investigación.
El martes, la policía recibió una llamada "poco antes de las 07H00" locales, después de que varios testigos vieran cómo una furgoneta se estrelló contra una valla cerca de una estación de metro en la zona londinense de Hainault.
"Un hombre de 33 años fue atropellado (por la furgoneta) y luego atacado por el sospechoso, y sufrió lesiones en el cuello", detalló el responsable de la investigación.
Después, un hombre de 35 años sufrió "laceraciones en el brazo" tras ser agredido, antes de que el sospechoso atacara al menor Anjorin, que murió a consecuencia de las heridas poco después de ser trasladado al hospital.
La policía llegó al lugar de los hechos 12 minutos después de la primera llamada de emergencia e intentó neutralizar al sospechoso con espray incapacitante y una pistola eléctrica, sin éxito.
El sospechoso hirió gravemente con la espada a dos policías y "huyó de nuevo antes de verse rodeado por otros agentes", para ser finalmente detenido 22 minutos después de la primera llamada.
Según las primeras comprobaciones, la policía no tenía constancia de que el hombre estuviera involucrado en incidentes anteriores y descartó por el momento un móvil terrorista.
Los hechos se produjeron en un contexto de aumento de los ataques con arma blanca en Reino Unido y dos días antes de las elecciones locales en la capital británica, donde la oposición conservadora critica duramente el balance de seguridad del alcalde laborista Sadiq Khan.
