El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, declaró un duelo nacional de dos días a partir de este domingo tras la muerte de 41 personas, civiles y ayudantes del ejército, en un ataque perpetrado por presuntos jihadistas el jueves en el norte del país.
"La misión de rastreo en la zona de la emboscada tendida por grupos terroristas armados contra una columna de Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) y civiles el jueves 23 de diciembre (...) ha establecido un balance de 41 muertos", afirmó el portavoz del gobierno, Alkassoum Maiga, en un comunicado.
"El presidente declara un duelo nacional de 48 horas", agregó el texto.
En su lucha contra los grupos yihadistas, el ejército de Burkina Faso, muy mal equipado, se apoya en los VDP, auxiliares civiles formados en quince días y que pagan un alto precio en la lucha antiyihadista.
El presidente ya había rendido homenaje el viernes a Ladji Yoro, considerado como un líder de los VDP, que murió en el ataque.
El gobierno señaló que continúa el proceso de identificación de las víctimas y dijo que condena "enérgicamente esta barbarie".
Según varios medios de Burkina Faso, una emboscada de presuntos yihadistas atacó el jueves un convoy de comerciantes, escoltado por VDP, en el norte del país.
Este ataque es el más mortífero desde el ocurrido en Inata (norte), a mediados de noviembre, donde 57 personas, entre ellas 53 gendarmes, fueron asesinadas, lo que provocó la exasperación de la población y llevó al presidente burkinés a cambiar el gobierno unas semanas después.
Al igual que sus vecinos Malí y Níger, Burkina Faso se ha visto envuelta en una espiral de violencia desde 2015, atribuida a grupos armados yihadistas afiliados a Al Qaeda y a la organización grupo Estado Islámico, que ha dejado al menos 2.000 muertos y 1,4 millones de desplazados.
Los ataques contra civiles y militares son cada vez más frecuentes, sobre todo en el norte y el este del país.