Un alcalde de Lombardía, la región más golpeada de Italia por el nuevo coronavirus, decidió proponer pruebas sanguíneas a toda la población de su localidad, una iniciativa aislada y controvertida que no cuenta con la aprobación de las autoridades sanitarias.
En fase de desarrollo o de evaluación en todo el mundo, estos exámenes no son reconocidos en Italia, donde el Instituto Superior de Salud recuerda que "no existen kits comerciales para confirmar el diagnóstico de infección por el nuevo coronavirus".
Pero en Robbio, una comuna de unos 6.000 habitantes en una región de arrozales cerca de la frontera entre Lombardía y Piamonte en el norte del país, el alcalde Roberto Francese decidió acelerar el proceso.
En opinión de los especialistas, las pruebas de serología son una de las claves para organizar la etapa después del confinamiento en todos los países afectados.
"Nunca podremos mejorar la situación si no separamos" a las personas contaminadas del resto, y "la prueba sanguínea sirve para eso", aseguró el alcalde a la AFP.
El método debe permitir identificar a las personas contaminadas sin tener síntomas y por tanto, que hayan desarrollado anticuerpos.
En el gimnasio de su ciudad, este joven alcalde, de 35 años, elegido en una lista "cívica y apolítica", instaló una especie de laboratorio de campaña ante el cual los habitantes hacen fila para someterse a un análisis de sangre.
Las muestras son tomadas por voluntarios de Protección Civil o de los servicios de ambulancias de la comuna, protegidos con guantes, batas y mascarillas. Luego se envían para análisis a un laboratorio de Nápoles, pues la región de Lombardía, según Francese, prohibió a las estructuras locales aceptar el tratamiento de las pruebas de sangre.
El alcalde espera los resultados a principios de semana.