La Policía de Bruselas dispersó mediante el uso de cañones lanzaaguas una manifestación de grupos de extrema derecha, aparentemente hinchas radicales del fútbol, que obviaron el llamado de las autoridades de posponer la marcha organizada para este domingo (27.03.2016) en memoria de las víctimas de los atentados terroristas del pasado martes, que dejaron 31 muertos y más de 300 heridos.
Agentes antidisturbios se enfrentaron con los manifestantes, que distintas fuentes cifran entre 100 y hasta 1000, según la emisora pública RTBF. Los derechistas invadieron la Plaza de la Bolsa, que se ha convertido en un memorial en recuerdo de las víctimas del atentado, y gritaron consignas condenando los ataques con bombas del aeropuerto y del metro y expresaron solidaridad con los muertos y heridos en la tragedia.
En el lugar había una pequeña cantidad de personas depositando flores o expresando su dolor por los ataques, cuando los ultraderechistas, la mayoría de ellos vestidos de negro, irrumpieron en el lugar. La situación derivó en un enfrentamiento verbal entre ambos grupos, lo que determinó la intervención de los agentes antidisturbios, que vaciaron la plaza tras rodear y desplazar a los revoltosos.
Saludos nazis
Los manifestantes radicales gritaban “Belgian hooligans” y “estamos en nuestra casa”, al tiempo que expresaban que ya habían sido “demasiado tolerantes” con los extranjeros. Fue entonces cuando otros ciudadanos los increparon, molestos por la interrupción del homenaje que se realizaba a las víctimas, pese a que la manifestación principal organizada para este domingo fue aplazada a solicitud de las autoridades, que dijeron que la Policía ahora debía concentrarse en las indagaciones y búsqueda de los responsables de los ataques.
Los radicales, muchos de ellos alcoholizados, hicieron saludos nazi. Inicialmente se instalaron en un lado de la gran alfombra de flores, velas, mensajes, juguetes que depositan los belgas y turistas desde el pasado martes en la Bolsa, gritando a los manifestantes que se encontraban con banderas y pancartas encima de la escalinata, desde donde fueron abucheados.
