Las autoridades de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, denunciaron este domingo que los invasores rusos bombardearon el sábado una escuela de arte que servía de refugio a 400 personas, mayoritariamente mujeres, ancianos y niños. "La gente sigue atrapada en los escombros", dice un comunicado publicado en Telegram. No hay datos sobre posibles fallecidos ni número de heridos.
El texto acusa a los rusos de cometer crímenes de guerra, tal como ya lo había hecho el presidente Volodomir Zelenski en su alocución nocturna del sábado. "El sitio de Mariúpol pasará a la historia por la responsabilidad rusa en crímenes de guerra", dijo el mandatario, en medio de un endurecimiento de los bombardeos contra la ciudad, que se encuentra bajo asedio de rusos y aliados.
El Gobierno ucraniano admitió recientemente que no tiene posibilidad de enviar refuerzos militares a la importante urbe. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Zelenski, dijo que las fuerzas más cercanas están a más de 100 kilómetros de distancia o ya involucradas en luchas con el enemigo. "Actualmente no hay una solución militar para Mariúpol. No es solo mi opinión, es también la opinión de los militares", dijo.
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Deportados hacia Rusia
El texto del comunicado del ayuntamiento de Mariúpol especifica que la escuela atacada es la No. 12 y afirma que se trabaja en establecer el número de víctimas, "personas pacíficas”, detalla. "Las tropas fascistas rusas continúan con el genocidio del pueblo ucraniano y los civiles de Mariúpol”, señala el documento. Las autoridades estiman que unos 2.400 civiles han muerto en los ataques de las fuerzas ocupantes.
Asimismo, el ayuntamiento denunció que miles de personas son deportadas hacia zonas bajo control prorruso o directamente hacia Rusia. Los últimos reportes hablan de confiscación de pasaportes, entrega de un papel sin valor legal y deportación a zonas de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. Además, 4.128 personas han logrado huir de la ciudad sitiada a través de corredores humanitarios.