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El parlamento griego aprobó una nueva ronda de medidas de austeridad, la primera gran prueba para el primer ministro Alexis Tsipras luego de las elecciones anticipadas del mes pasado, provocadas por discrepancias sobre el último acuerdo de rescate económico para Grecia.
Los legisladores votaron el sábado 154-140 a favor de la propuesta obligatoria para recibir un abono de 2.000 millones de euros (2,300 millones de dólares) que es parte del tercer acuerdo de rescate para Grecia con sus acreedores de la eurozona, que tiene un valor de 86.000 millones de euros (98.000 millones de dólares) durante tres años.
No hay nuevas medidas. Son medidas complicadas que todos conocemos
"No hay nuevas medidas. Son medidas complicadas que todos conocemos", dijo Tsipras.
El acuerdo de rescate de julio pasado se dio luego de que Tsipras abandonara su promesa de poner fin a la austeridad y provocó una revuelta en su partido de extrema izquierda, Syriza.
La división obligó a una elección anticipada realizada el 20 de septiembre, en la que Syriza obtuvo la mayoría de los votos y fue capaz de regresar al gobierno, con una pequeña fracción del partido de derecha, Griegos Independientes.
La tarde del viernes, varios miles de manifestantes, muchos de ellos de un sindicato con respaldo comunista, se unieron a una protesta pacífica en contra de la austeridad realizada a las afueras del parlamento antes de que comenzara la votación. Varios prominentes políticos, que solían ser aliados de Tsipras, se unieron a la protesta.
"No podemos aceptar un nuevo crimen a expensas del pueblo. Intentan destruir el bienestar el Estado. Todos debemos combatirlo", dijo Eleni Menegaki, quien participó en la manifestación.
Las nuevas medidas de reducción de gastos incluyen penalizar la jubilación temprana y expandir un impopular impuesto a la propiedad.
El gabinete de Tsipras ahora se apresura para reformar el polémico sistema de pensiones e imponer una serie de nuevos recortes. Las medidas son obligatorias antes de que se puedan inyectar nuevos fondos a los maltrechos bancos del país.
El gobierno también quiere ayuda en su deuda, que se prevé superará el 190% del ingreso nacional anual el año entrante. Los acreedores de la eurozona han prometido discutir el tema, pero solo si se cumplen ciertas medidas económicas.
Se prevé que el costo de las medidas de austeridad, junto con los actuales controles a las transferencias monetarias en el país, mantenga a Grecia en una recesión durante los próximos dos años y al desempleo arriba del 25%.
Tsipras encontró poca oposición en su partido o en la coalición de derecha durante el debate parlamentario de la propuesta, que comenzó el martes en el nivel de comisiones.
Los seis partidos de oposición votaron en contra.