La presión social creciente y la oposición de un amplio espectro del abanico político de Grecia no fueron suficientes para que el primer ministro, Alexis Tsipras, diera pie atrás con la reforma de pensiones que pretende sacar adelante. Este martes (26.01.2016), durante un debate parlamentario, el líder de Syriza dijo ante los líderes de los partidos políticos que la reforma es crucial, pues el aumento del desempleo ha reducido el volumen de las cotizaciones y estas no alcanzan para pagar las jubilaciones.
La modificación es una propuesta que no ha iniciado el proceso legislativo porque aún no cuenta con el visto bueno de los acreedores internacionales, pese a ser ellos quienes la solicitaron. De todas formas, Tsipras sostuvo que “hoy debatimos porque la situación es explosiva. Sería fácil para nosotros intentar ocultar el problema, pero esta postura sería irresponsable como ha sido la actitud de los partidos que han gobernado estos 40 años”.
El premier defendió que la reforma servirá para crear “un sistema con cotizaciones iguales para todos y con las mismas condiciones de jubilación” en que también tendrán derecho a una pensión los desempleados de larga duración y con diferencias únicamente para “los autónomos y los agricultores con quienes hay que dialogar”. Tsipras agregó que “el sistema propuesto es simple y reduce los costes administrativos”.
Miles de personas fuera del Parlamento
“La fusión de las cajas (de pensiones) mejorará la gestión de los recursos. Cada persona asegurada podrá calcular la cuantía de su jubilación”, apuntó el dirigente, que aprovechó la ocasión para criticar a la oposición, por rechazar la iniciativa sin presentar propuestas. “Hemos presentado planes para reducir de forma duradera el coste de las pensiones sin recortarlas. Ustedes, que han creado el problema, ¿tienen alguna propuesta? ¿Van a apoyar el acuerdo o van a estar del lado del FMI que exige el recorte de pensiones?”, apeló.
Fuera del Parlamento, unas 8.000 personas convocadas por el sindicato KKE, ligado al Partido Comunista, se reunieron para expresar su rechazo al plan del Gobierno. La reforma es una parte importante del acuerdo entre el Gobierno de Atenas y sus acreedores europeos para seguir asegurándose apoyo financiero. Entre otras cosas, se prevé recortar las nuevas jubilaciones en hasta un 15 por ciento.