El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, efectuó unos pasos el domingo en Corea del Norte, junto a Kim Jong Un, reflejo de un acercamiento histórico con este país, aunque las negociaciones sobre el tema nuclear siguen en punto muerto.
Acompañado por el líder de Pyongyang, vestido con un traje Mao antracita, el magnate estadounidense hizo varios pasos en territorio norcoreano, antes de posar a su lado para los periodistas en la línea de demarcación.
"Es un gran día para el mundo", dijo el dirigente estadounidense. Por su parte, Kim Jong Un dijo esperar "superar los obstáculos" gracias a su relación con Trump
El mandatario estadounidense ganó su reto al lograr que el líder norcoreano aceptara en el último minuto su inesperada invitación para encontrarse en la Zona Desmilitarizada (DMZ), que separa las dos Coreas desde el fin de la guerra de Corea (1950-53).
Con este gesto, Trump se ha convertido en el primer presidente estadounidense en ejercicio en pisar suelo norcoreano.
Aunque el encuentro difícilmente resuelva las divergencias entre Washington y Pyongyang, posee una carga simbólica insoslayable para dos naciones que hace apenas dos años hablaban de aniquilación y destrucción.
La visita de Trump a Corea del Sur y la DMZ estaba prevista luego del fin de la cumbre del G20 en Japón, pero el mandatario sorprendió a todos el sábado al sugerir a Kim que esté presente en la frontera para un encuentro.
"Cuando esté allí, si el presidente Kim de Corea del Norte ve esto, me gustaría reunirme con él en la frontera para darle la mano y decirle hola (?)!", escribió Trump en Twitter, para sorpresa general.
- "El peligro se esfumó" -
Se trata del tercer encuentro entre los dos dirigentes, desde su histórica cumbre en Singapur en junio de 2018 y la fallida reunión de Hanói, Vietnam, en febrero.
Kim cruzó la frontera el año pasado para estrechar la mano del presidente surcoreano, Moon Jae-in. En esa oportunidad, el líder norcoreano pasó brevemente al territorio de Corea del Sur, y los dos posaron ante la prensa.
A su llegada a la DMZ, Donald Trump visitó, junto al presidente surcoreano Moon las instalaciones y un puesto elevado de observación desde donde se puede ver parte del lado norcoreano de la zona, especialmente una bandera gigante izada en un mástil de 160 metros.
"Había un intenso conflicto antes de nuestra primer reunión en Singapur", dijo Trump en relación al primer encuentro que mantuvo con Kim, el año pasado. "Después de esa primera reunión, el peligro se esfumó", añadió.
Trump y Moon también firmaron un mural que registra los visitantes ilustres a las instalaciones.
- La cuestión nuclear -
No obstante, expertos coinciden en que un encuentro de esta naturaleza no es suficiente para resolver las divergencias sobre la desnuclearización de Corea del Norte.
Washington exige que Pyongyang renuncie definitivamente a su programa nuclear para que se levanten las sanciones internacionales, opción que Corea del Norte descarta de plano.
En la opinión de Harry Kazianis, un experto en asuntos coreanos en el Centro de Interés Nacional, de Washington, Trump podría poner sobre la mesa la suspensión de una parte de las sanciones a cambio del desmantelamiento del centro de ensayos nucleares de Yongbyon.
"Una fórmula como esa daría a Pyongyang el incentivo para reactivar su economía, y ofrecería a Trump una gran victoria diplomática en momentos en que las tensiones aumentan en todo el mundo, tanto con aliados como con enemigos", dijo.