Según funcionarios citados por el rotativo estadounidense, Trump había aprobado ataques contra varios objetivos iraníes, como radares o baterías de misiles.
La operación, prevista para antes de las 19.00 hora local de ayer jueves, ya estaba en marcha: los aviones estaban ya en el aire y los buques en posición. Pero, según los funcionarios, operación quedó suspendida antes de que se disparase misil alguno.
Las fuentes dijeron desconocer los motivos de la suspensión, si se debió a un cambio de opinión de Trump o a razones logísticas. Tampoco pudieron indicar si los ataques quedaron cancelados o pospuestos. Trump ya autorizó dos ataques parecidos en 2017 y 2018 contra objetivos militares del Gobierno de Bashar Al Asad en Siria.
Ayer jueves, Irán abatió un dron de la Armada de EE.UU. cuando, según Teherán, entró en su espacio aéreo para tareas de vigilancia. La versión del Pentágono es que el aparato se encontraba en misión de reconocimiento sobre aguas internacionales.
El derribo elevó más las tensiones entre EE.UU. e Irán, una relación que se ha deteriorado desde que Trump decidió retirar a su país del acuerdo nuclear con Irán y las potencias europeas. Una decisión que acompañó de la reanudación de las sanciones contra la República Islámica levantadas bajo el pacto y que reforzó en mayo con el fin de las exenciones a otros países para la compra de crudo iraní.
Tras conocer el derribo del dron, Trump recurrió a su cuenta de Twitter para publicar un mensaje en tono amenazante: "¡Irán ha cometido un gran error!"
Sin embargo, horas más tarde, el mandatario restó importancia al suceso y señaló que posiblemente se había tratado de un accidente. "Me parece difícil creer que fuera intencionado. Creo que fue alguien imprudente y estúpido el que lo hizo", afirmó Trump a periodistas durante un encuentro con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
"Pruebas irrefutables" de Irán
Por su parte, Irán asegura que tiene pruebas "irrefutables" de que el dron estadounidense abatido penetró en su espacio aéreo. Así lo afirma un comunicado del ministerio de Exteriores iraní.
Según el texto, el viceministro de Exteriores, Abbas Araghchi, "protestó enérgicamente" por este incidente al embajador de Suiza en Teherán (que representa los intereses estadounidenses) en una conversación telefónica y le dijo que "hay pruebas 'irrefutables' de que el dron violó el espacio aéreo iraní". "Incluso algunas partes del fuselaje del dron se recuperaron en aguas territoriales iraníes", dijo Araghchi al embajador suizo, Markus Leitner.
El diplomático iraní reiteró que su país "no busca la guerra" y advirtió "a las fuerzas estadounidenses contra cualquier medida poco meditada en la región", añadiendo que Irán "defenderá decididamente su territorio contra cualquier agresión".