AFP
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sacudió este viernes el equipo responsable de preparar su nuevo gobierno --incorporando a tres de sus hijos--, en medio a un ambiente marcado por protestas callejeras.
Trump puso a su vicepresidente electo, Mike Pence, al mando del equipo de transición, y colocó en el selecto grupo a sus tres hijos adultos (Ivanka, Donald Jr y Eric), además de un elenco de pesos pesados del Partido Republicano.
De esa forma, Trump removió de la conducción de ese equipo al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien ahora tiene el rol subalterno al de Pence.
El equipo de transición también lo integran el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich y el senador Jeff Sessions, defensor de una 'mano dura' contra los inmigrantes.
El presidente del Partido Republicano, Prince Priebus, y el médico Ben Carson (otro exaspirante presidencial por el partido) también acompañarán a Trump en su preparación para la Casa Blanca.
"La misión de nuestro equipo será clara: montar el más calificado grupo de líderes capaces de implementar nuestra agenda para cambiar a Washington", expresó Trump en un comunicado.
Nombres sobre la mesa
Trump había iniciado formalmente el jueves el complejo proceso de transición del poder con una reunión de una hora y media en el Salón Oval de la Casa Blanca con el mandatario saliente, Barack Obama.
Pero el viernes pasó la jornada trancado con su grupo más próximo de asesores en sus oficinas en Nueva York coordinando la definición del equipo que organizará la transición al nuevo gobierno.
En otro giro importante con relación a su retórica de campaña, Trump dijo al diario Wall Street Journal que el actual modelo de salud pública (conocido como 'Obamacare') podría ser "modificado" y no eliminado.
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De acuerdo con Trump, durante el encuentro en la Casa Blanca el presidente Obama le pidió que considerara mantener algunas partes del programa.
"Le dije que estudiaría sus sugerencias y, por respeto, lo haré", declaró Trump al diario, después que en su campaña insistió en que el sistema tenía que ser substituido.
Trump también atajó temas internacionales, y habló "durante 7 u 8 minutos" con el presidente de Francia, François Hollande, en una conversación centrada en los temas de interés común a los dos países, informó la oficina de la presidencia francesa.
Trump y Hollande "abordaron temas comunes sobre los que convinieron clarificar las posiciones: la lucha contra el terrorismo, Ucrania, Siria, Irak y el acuerdo de París" sobre el clima, según el entorno presidencial.
El desplazamiento de Christie del puesto de coordinador de la transición para poner a Pence en su lugar es la primera señal de un reacomodo provocado por el forcejeo interno para delimitar los espacios de poder en el futuro gobierno.
Al inicio de la campaña Christie también fue aspirante presidencial republicano, aunque rápidamente arrojó la esponja y pasó a apoyar la candidatura de Trump.
En un momento de la campaña el nombre de Christie también fue considerado como el más fuerte para acompañar a Trump en la fórmula presidencial, pero también fue desplazado de allí cuando el candidato se decidió por Pence.
En la víspera Trump también tendió un puente fundamental al encontrarse con el actual presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, con quien mantuvo frías y tensas relaciones durante la campaña.
Segunda noche de protestas
Sin embargo, los esfuerzos de Trump por transmitir un ambiente de normalidad en el país no han sido del todo exitosos.
Por segunda noche consecutiva, miles de personas, en especial jóvenes, salieron a las calles en la noche del jueves en Los Ángeles, Baltimore, Nueva York, Chicago, Denver, Dallas y Portland, entre otras, para expresar su frustración ante la elección del polémico millonario.
En general las protestas fueron pacificas, pero en Portland (Oregon) se registraron hechos aislados de violencia y la policía detuvo a 26 personas.
Centenares de alumnos de la prestigiosa Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) se reunieron en el campus, y en San Francisco estudiantes de una secundaria bloquearon el tránsito para marchar hasta la alcaldía.
Fiel al estilo que había mostrado en la campaña electoral, en la noche Trump recurrió a la red Twitter para condenar las protestas y culpar a la prensa por ellas.
"Acabo de tener una elección presidencial abierta y exitosa. Ahora manifestantes profesionales, incitados por la prensa, están protestando. ¡Es muy injusto!", escribió.
Pero horas más tarde adoptó un tono más conciliador.
Estoy "encantado con el hecho de que los pequeños grupos de manifestantes de anoche tienen pasión por nuestro gran país. Estaremos todos unidos y orgullosos", señaló.
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