AFP
El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este domingo que "ningún dictador" debería subestimar a Estados Unidos, en una alusión casi explícita a Corea del Norte, que se presenta como tema dominante de su gira por Asia, que comenzó en Japón.
"Nadie, ningún dictador, ningún régimen debería subestimar la determinación de Estados Unidos" dijo Trump ante soldados estadounidenses y japoneses en la base aérea de Yokota, unos cuarenta kilómetros al oeste de Tokio, a su llegada a Japón este domingo.
Trump había anunciado a los periodistas a bordo del Air Force One que espera reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante el viaje, como parte de los intentos de la comunidad internacional para encontrar una solución a la crisis con Corea del Norte.
"Creo que está previsto que nos reunamos con Putin, claro. Queremos la ayuda de Putin con Corea del Norte, y vamos a estar reuniéndonos con muchos líderes diferentes", dijo.
Este viaje, el primero de Trump por la región y el más largo que ha efectuado un presidente estadounidense en 25 años, se produce después de meses de tensión entre Washington y Pyongyang.
El diario del partido único en el poder en Corea del Norte, el Rodong Sinmun, llamó este domingo a Trump a evitar cualquier "declaración irresponsable".
"Si Estados Unidos comete un error de interpretación respecto a la voluntad de hierro de Corea del Norte, ésta se verá obligada a dar rienda suelta a un castigo decidido y sin piedad (...) movilizando todas sus fuerzas", añade el diario en un editorial publicado por la agencia oficial KCNA.
Después de Japón, Trump se dirigirá a Corea del Sur, a China y finalmente asistirá a la cumbre de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) en Vietnam, y al foro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Manila.
"Aliado crucial"
Trump intentó, desde su llegada, tranquilizar a Japón sobre el compromiso de Washington con la seguridad de este país. Misiles norcoreanos han sobrevolado en varias ocasiones la isla septentrional de Hokkaido y amenazado con "hundirlo".
"Japón es un socio preciado y un aliado crucial" de Estados Unidos, afirmó.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, saludó "la visita histórica del presidente a Japón" y dijo que quería "reforzar aún más los vínculos de la alianza americano-japonesa".
"Queremos tomarnos el tiempo de discutir diversos desafíos internacionales, el primero de ellos la cuestión norcoreana", dijo ante la prensa en Tokio.
Nueve meses después de su primera partida de golf, en Florida, Trump y Abe volvieron a reunirse este domingo en un campo de golf, en el Kasumigaseki Golf Club.
Ante los medios de comunicación firmaron unas gorras blancas en las que podría leerse: "Donald y Shinzo harán que la alianza sea aún más fuerte".
Localizar los sitios nucleares
Abe, quien salió reforzado de las últimas legislativas anticipadas con una amplia victoria de su coalición conservadora, apoya la política de Trump consistente en ejercer la máxima presión posible contra el líder norcoreano, Kim Jong-Un, y en afirmar que "todas las opciones" están sobre la mesa, dando a entender que la militar también.
El jefe de Estado norteamericano tiene una relación mucho menos estrecha con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, algo que los analistas achacan a la forma en que el mandatario surcoreano aborda los problemas al Norte.
Trump calificó en Twitter la postura de Moon como un "apaciguamiento", un comentario que no cayó bien en la presidencia surcoreana.
"Las dos partes tienen sutiles diferencias en sus posiciones", dijo Kim Hyun-Wook, profesor de la Academia Nacional de la Diplomacia Coreana, quien indicó que Washington teme que el gobierno de Seúl entable conversaciones secretas con Pyongyang, en tanto que los surcoreanos están preocupados por que Estados Unidos lance un ataque unilateral.
El viernes, dos aviones bombarderos supersónicos estadounidenses B-1B Lancer sobrevolaron la península, en un momento en que informaciones de inteligencia surcoreanas advirtieron que Pyongyang puede estar preparando otra prueba.
El diario The Washington Post citaba en su edición del sábado una carta enviada por responsables del Pentágono a congresistas estadounidenses asegurando que la única manera de localizar y asegurar todos los sitios nucleares de Corea del Norte sería una intervención terrestre estadounidense.