Cientos de miles de venezolanos salieron a las calles de las principales ciudades del país para protestar por la suspensión de los trámites para la realización de un referendo revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro.
En la capital, Caracas, cientos de miles de manifestantes participaron en la llamada "Toma de Venezuela", nombre con el que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) bautizó la movilización de este miércoles.
En las demás ciudades del país, los opositores marcharon hacia las sedes locales del Consejo Nacional Electoral y de los tribunales.
La semana pasada, el CNE suspendió hasta nuevo aviso la realización del referéndum revocatorio basándose en sentencias de tribunales penales regionales.
La decisión imposibilita que la consulta se celebre antes del 10 de enero de 2017, que era el objetivo de la oposición.
Si la consulta se hace después de esa fecha, aun cuando Maduro resulte revocado, lo sustituiría en su cargo el vicepresidente ejecutivo, por lo cual el chavismo se mantendría en control del Poder Ejecutivo al menos hasta el año 2019.
La movilización de este miércoles es el primer paso de una serie de acciones que prevé realizar la MUD, entre las cuales se incluye una huelga general convocada para este viernes y una marcha hacia el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, la semana próxima.
Calle y Parlamento
La MUD consideró que la suspensión del referendo revocatorio por decisión de unos tribunales penales de jurisdicción local es violatoria de la Constitución y establece una ruptura del orden democrático en el país.
Por su parte, el oficialismo afirma que la medida judicial es consecuencia de las supuestas irregularidades cometidas por la oposición durante el proceso de recolección de firmas para convocar la consulta.
Ante esta situación, los opositores se han planteado actuar en tres escenarios en paralelo: la calle, el Parlamento y las relaciones internacionales.
Este lunes, la Asamblea Nacional inició un proceso de juicio de responsabilidad política en contra del presidente Maduro, a quien culpan de la severa crisis económica y social que vive el país.
Se prevé que ese proceso, que no tiene consecuencias jurídicas inmediatas para el mandatario, culmine la semana próxima.
Para entonces, el 3 de noviembre, la oposición se ha planteado tomar nuevamente las calles para acudir al Palacio de Miraflores para exigirle a Maduro su renuncia.
Si logran hacer esa manifestación será un acto inédito en más de una década, pues desde los sucesos del 11 de abril de 2002, que culminaron con la salida temporal del poder del entonces presidente Hugo Chávez, los cuerpos de seguridad no han permitido a ninguna manifestación opositora acercarse hasta la sede del Ejecutivo.