El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, se comunicó con el ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, para transmitirle personalmente "su profunda preocupación por las detenciones de empleados nacionales turcos" que trabajan en la embajada de estadounidense en Turquía. Preocupación que extendió a los otros casos de detenidos estadounidenses.
En la conversación que mantuvieron, Tillerson le pidió a Cavusoglu transparencia en el proceso judicial que deben enfrentar tanto los empleados de la embajada como los ciudadanos estadounidenses. Así lo informó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
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Según Nauert, el secretario de Etado "enfatizó la importancia de la transparencia en las acusaciones hechas por el Gobierno turco y la necesidad de que el Gobierno turco presente las pruebas detrás de estas acusaciones".
"El secretario Tillerson y el ministro de Relaciones Exteriores, Cavusoglu, acordaron que ambas partes permanecerían en estrecho contacto para tratar las preocupaciones de Estados Unidos sobre estas detenciones", agregó Nauert.
El actual conflicto diplomático entre Estados Unidos y Turquí surgió hace una semana cuando dos funcionarios turcos fueron detenidos, acusados de colaborar con el predicador Fethullah Gülen, a quien el presidente Erdogan acusa de orquestar el fallido golpe de Estado del año pasado.
Frente a las detenciones, Estados Unidos decidió suspender el pasado domingo la emisión de visados en Turquía por "motivos de seguridad", medida que fue replicada por el gobierno turco.
El problema subió de tono ayer 11 de octubre, cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que ni él ni su Gobierno reconocen al embajador estadounidense en Ankara, John Bass, como representante diplomático de Washington, sugiriendo al mismo tiempo que fue él quien tomó la decisión de suspender la emisión de visados.