Ciberterrorismo contra plantas nucleares, terroristas que construyen bombas con material nuclear o la intrusión en plantas nucleares. Todo esto es lo que se pretende evitar y, para ello, más de cincuenta países, jefes de Gobierno y organizaciones se darán cita en Washington por cuarta vez.
Para el presidente Barack Obama, el tema seguridad nuclear tiene prioridad. Washington reconoce haber avanzado mucho en este tema, desde la primera cumbre en 2010: en los seis años pasados, los Estados Unidos incautaron 3,8 toneladas de material atómico, suficiente para construir alrededor de 150 armas nucleares, dice Ben Rhodes, asesor de Obama en temas de seguridad.
Peligro de bomba sucia
El mundo no es por ello un lugar totalmente seguro: en la última década y según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se registraron 3.000 casos de material nuclear desaparecido.
Oliver Meier, experto en seguridad de la Fundación Ciencia y Política (SWP), dice que esta elevada cifra no es tan grave como suena. “Solo en 400 de los 2.800 casos de las últimas dos décadas se trata de robo u otros actos ilegales. Solo en un par de casos, que se podrían contar con una mano, se trató de robos que se podrían haber usado para construir armas nucleares, es decir, uranio enriquecido o plutonio.
” En muchos casos desapareció el material con el que se puede construir la llamada bomba sucia. Las consecuencias no serían tan graves ni mortales, como una bomba atómica. Sin embargo, en la zona en torno a la radiación nuclear, los supervivientes tendrían problemas de salud además del pánico que desatan tales actos.
"Hay motivos para preocuparse, porque sabemos que hay grupos, como el EI, que tienen interés por este material”, según el experto Meier. Tras los atentados de París y Bruselas había suficientes indicios de que los miembros del EI intentaron acceder a material nuclear e incluso sabotear plantas nucleares.
Más seguridad para las plantas nucleares
La Policía rescató material visual tras los atentados de París y Bruselas con la rutina exacta de un trabajador belga en una planta nuclear, donde los terroristas lo filmaron en secreto durante 10 horas. Y hace poco un coordinador de una planta nuclear belga decidió desactivar una llave-tarjeta de un trabajador, porque esta había desaparecido.
"Tenemos más que pruebas suficientes que nos indican que las organizaciones terroristas, como el EI, no respetan ni las normas internacionales ni a las personas”, dice también el asesor Ben Rhodes. “Esto quiere decir que necesitamos implementar de forma urgente estrategias de seguridad internacionales y efectivas”.
"Los vídeos causan miedo“, dijo también Laura Holgate, jefa del Departamento de Armas de Destrucción Masiva, Terrorismo y Disminución de Amenazas de Estados Unidos. Añadió que en estos momentos a Estados Unidos no le consta la existencia de un plan para usar bombas sucias.
Centrarse en el terrorismo del EI
Los expertos en seguridad son conscientes desde hace mucho tiempo de estas amenazas nucleares, dijo Holgate. Antes de los ataques en Bruselas, ya se había fijado que en la cumbre de Washington debería hacerse hincapié en las medidas para la lucha contra ataques terroristas del EI. Y añadió, “desgraciadamente es ahora un tema muy actual”.
Muchos jefes y representantes de alto rango estarán presentes en la cumbre, pero dos países importantes brillarán por su ausencia: Rusia e Irán. Rusia porque “no se siente tratado de la misma manera que el resto de los países que poseen armas nucleares y decidió no participar”, dice el experto alemán Meier.
Irán no fue invitado a la cumbre. Meier cree que es un error no haberlo hecho, sobre todo, después del pacto que firmó Irán con la comunidad internacional. Meier considera que hubiese sido mejor invitarlo y ”que se convirtiera en socio de estas estrategias internacionales”.
La meta más importante es “tapar los agujeros que hay en el sistema. El mayor es el del material nuclear relacionado con los programas militares. Se trata de 2.000 toneladas que nadie controla y de las que los países con armas nucleares se niegan a hablar.”