En todo bautizo debe haber un pastel para agasajar a los invitados, es usual en casi todos los países y por supuesto, de ello no queda exenta la Familia Real Británica, que tiene una particular tradición al respecto.
En el bautismo del príncipe Louis, tercer hijo del príncipe William y Kate Middleton, se sirvió un trozo del pastel de bodas que hace siete años fue parte del matrimonio de los duques de Cambridge, cumpliendo así con la extraña tradición en la que se guarda una parte de la torta para estos efectos.
Así se hizo en el bautismo de los hermanos mayores de Louis, George y Charlotte, y así lo anunció el propio Palacio de Kensington al entregar los detalles del evento. "A los invitados se les servirán rebanadas de pastel de bautizo, que es un nivel tomado del pastel de bodas de los duques de Cambridge", decía el documento.
No se conoce a ciencia cierta qué parte del pastel fue el que se sirvió, pero se sabe qué contenía la torta que se hizo hace siete años para los duques: "diseñado por Fiona Cairns, estaba hecho de 17 pasteles de fruta individuales y tenía ocho niveles. El pastel estaba decorado con glaseado de crema y blanco con la técnica de Joseph Lambeth. Había hasta 900 flores heladas individualmente y hojas de 17 diferentes variedades decoradas en el pastel.
Un diseño de guirnalda alrededor del centro del pastel coincidía con las guirnaldas arquitectónicas decoradas en la parte superior de la Galería de Imágenes en el Palacio de Buckingham, la habitación en la que se exhibía el pastel durante la boda", explicó el comunicado de la realeza sobre el evento.
