Tensión en Venezuela provoca reunión urgente del Grupo de Lima
por Luis Jaime Cisneros
Los cancilleres del Grupo de Lima sesionan este viernes de urgencia en Lima para evaluar la crisis en Venezuela tras la fallida sublevación de un grupo de militares en respaldo al líder opositor Juan Guaidó, a quien el bloque diplomático reconoce como mandatario interino.
En la reunión, a partir de las 15h00 GMT (11:00 en Chile) en el Palacio de Torre Tagle, sede de la cancillería peruana, los ministros o sus representantes abordarán a puerta cerrada la situación en Venezuela desde que Guiadó lanzó el martes la "Operación Libertad", con la que busca que las fuerzas armadas quiten su respaldo al presidente Nicolás Maduro para obligar su dimisión.
La seguridad de Guaidó así como la del dirigente opositor Leopoldo López -liberado el martes de su prisión domiciliar por los militares rebeldes y luego refugiado en la residencia del embajador de España en Caracas- es otro de los puntos que se abordarán, señaló a la AFP una fuente diplomática del Grupo de Lima.
Se prevé la divulgación de una declaración a partir de las 17h40 GMT (13:40 en Chile) anunció la cancillería peruana.
A diferencia de encuentros anteriores, no se ha hecho público si intervendrá vía teleconferencia el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo o algún representante suyo, dadas las coordinaciones existentes entre Washington y el bloque.
La cita fue convocada de urgencia a pedido de Colombia el martes, cuando el colectivo se declaró "en sesión permanente" tras una videoconferencia entre los cancilleres de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú.
El Grupo de Lima advirtió en su último comunicado "sobre la responsabilidad directa de Nicolás Maduro y de los cuerpos armados y de inteligencia al servicio de su régimen ilegítimo por el uso indiscriminado de la violencia", en la represión a las manifestaciones que se producen en Venezuela, con saldo de cuatro muertos.
Creado en enero de 2017 para impulsar la democracia por la vía pacífica en Venezuela, el Grupo de Lima también reafirmará su confianza en el liderazgo de Guaidó.
"Negociar es la apuesta"
"Todos los intentos de la oposición por cambiar al régimen chavista sin negociación fallan", dijo a la AFP el analista internacional Farid Kahhat, quien recordó que "no es la primera vez que la oposición intenta sacar por la fuerza a Maduro y fracasa, antes lo intentaron Henrique Capriles y Leopoldo López".
Profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Kahhat agregó que "llama la atención que una negociación no sea la apuesta que promueva el Grupo de Lima en momentos de Guaidó tiene a su favor el reconocimiento internacional de medio centenar de países como presidente legítimo y el apoyo incondicional de Estados Unidos".
Consideró que "apostar por un tipo de negociación tendría sentido hoy en momentos que la economía venezolana parece más la de un país en guerra. Eso crea incentivos para que un sector del mando militar busque adelanto de elecciones".
"La única forma de que el chavismo sobreviva como movimiento político es tomar distancia de Maduro", agregó, y estimó que la estrategia diplomática estadounidense en Venezuela pasa por "atizar los enfrentamientos internos y dividir el liderazgo chavista" con amenazas de intervención.
Presión internacional
El Grupo de Lima apuesta también por expandir la presión internacional contra Maduro a través de la OEA y de la ONU, pero la comunidad internacional está aún dividida.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió hace dos semanas más sanciones económicas y un eventual uso de la fuerza para resolver la situación en Venezuela, un proceso que estimó "difícil".
Las medidas buscan subir la presión sobre Maduro, ante el empeoramiento de la situación económica y política en la nación caribeña y el impacto de la emigración de más de 3 millones de venezolanos desde 2015, según la ONU.
Venezuela, sumida en una debacle económica sin precedentes en la historia reciente, vive desde enero un pulso por el poder entre el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, y el mandatario Nicolás Maduro, aferrado al cargo con apoyo de los militares y de Rusia y China.