El avión Solar Impulse 2 sobrevolaba el martes por la mañana (hora de Tokio) el océano Pacífico, unas 30 horas después de su despegue desde Japón rumbo a Hawái, indicaron los organizadores.
El aparato sobrevolaba este lunes el océano a 8.350 metros de altitud y por encima de una espesa capa de nubes, según las imágenes publicadas en internet.
El piloto, André Borschberg, hablaba entonces tranquilamente con los ingenieros del centro de control situado en Mónaco. "Es un momento fabuloso, el vuelo discurre muy bien", aseguraba desde la cabina.
La travesía aérea en solitario desde Nagoya (centro de Japón) hasta Hawái, es decir, 7.900 kilómetros de distancia, debería durar unas 120 horas (5 días y 5 noches).
"Ya se ha completado el 20% del trayecto. André Borschberg se encuentra ahora de lleno en el reto oceánico", explicaron los organizadores.
"Varios momentos críticos tendrán lugar antes de la llegada a Hawái", ha advertido uno de los responsables de la comunicación de Solar Impulse en un vídeo.
Para Bertrand Piccard, el otro piloto del aparato impulsado por energía solar, la travesía pacífica era uno de los momentos que esperaba, al "ver este aparato volar durante mucho tiempo sin quemar combustible".
El piloto a los mandos del aparato está sometido a condiciones térmicas que van de los -20ºC a los +30ºC.
Los equipos de tierra supervisan el comportamiento del avión cuando el piloto descansa durante períodos de 20 minutos. Para ello, Borschberg utiliza técnicas de yoga y de meditación para relajarse.
Solar Impulse 2, cuyas alas están recubiertas de células fotovoltaicas, permaneció más de un mes en Japón a causa del mal tiempo, pero al final pudo despegar el lunes antes del amanecer para continuar su ruta.
La aeronave salió el 9 de marzo de Abu Dabi para dar una vuelta al mundo de 35.000 kilómetros, una aventura destinada a promover el uso de las energías renovables, en particular la energía solar.