Los apicultores de Carolina del Sur, en el sureste de Estados Unidos, removieron esta semana millones de abejas muertas después de que las autoridades rociaran el polémico insecticida "naled" para combatir a los mosquitos portadores del zika.
Según el canal local de Carolina del Sur, WCSC, el sector apiario perdió 46 colmenas y 2,5 millones de abejas debido a la utilización de naled, un químico aplicado para combatir el zika en la zona.
El insecticida utilizado por las autoridades estadounidenses, causa polémica por sus efectos en la salud humana y el medio ambiente. A raíz de lo mismo, la Unión Europea prohibió su uso en 2012, pero Estados Unidos lo utiliza desde 1959.
El condado, realizó una fumigación aérea el domingo pasado, luego de que se reportaran cuatro casos de zika en la localidad de Summerville.
El virus, que puede causar malformaciones genéticas si infectan a mujeres embarazadas, comienza a aparecer en el sur de Estados Unidos, con casos aunque por ahora Florida es el único estado que registra casos autóctonos.
Los apicultores del estado de Carolina del Sur, en el sureste de Estados Unidos, removieron esta semana millones de abejas muertas después de que las autoridades rociaran el polémico insecticida naled para combatir a los mosquitos vectores del zika.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Estados Unidos continental registra más de 2.600 casos de zika vinculados a viajes al exterior. Pero se espera que a medida que avanza el verano y los estados del sur padecen fuertes lluvias siga prosperando el mosquito Aedes aegypti, su vector.
Aspersiones con naled
Este pesticida es considerado por científicos y activistas como un peligroso neurotóxico que afecta el aparato respiratorio y también el medio ambiente.
Las fumigaciones aéreas con este producto, no carecen de polémica. En Puerto Rico, que padece una epidemia con casi 14.000 infectados localmente, rechazó el uso de este pesticida debido a su peligrosidad.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) asegura que naled es seguro siempre y cuando sea rociado con mesura. Pero sus detractores dicen que el problema es que no mata sólo a los mosquitos, sino que es tóxico para todo tipo de organismos vivos.