El cuerpo de Reza Sha Pahlavi, el fundador de la última dinastía que reinó en Irán, está perdido desde 1979.
Pero el descubrimiento esta semana de una momia cerca de Teherán, la capital iraní, creó la expectativa de que se haya encontrado el cadáver del monarca, quien gobernó entre 1925 y 1941.
"Probablemente" pertenezca a Reza Sha, dijo este martes Reza Pahlavi, nieto del exlíder, en un comunicado en Twitter.
Los restos momificados aparecieron durante la construcción de una capilla en Shahr Rey, al sur de Teherán.
Su tumba, también en Shahr Rey, fue destruida después de la Revolución Islámica de 1979 y sus restos nunca fueron encontrados.
Ante el posible hallazgo, el nieto, actualmente opositor del gobierno iraní y asentado en Estados Unidos, pidió a las autoridades iraníes que le permitan a su familia acceder al cuerpo para darle una sepultura adecuada en Irán.
"Ya sea como el padre de Irán moderno o como un rey, o solo como un simple soldado y servidor de su país y su pueblo, Reza Sha debe tener una tumba en un lugar conocido por todos los iraníes", dijo Reza Pahlavi en su mensaje.
Pahlavi también pidió a los iraníes que apoyen a su familia en su intento de enterrar a su abuelo y negó los rumores de que su familia hubiera movido anteriormente los restos de su abuelo.
El presidente del Comité de Patrimonio Cultural de Teherán dijo el lunes a la agencia semioficial de noticias ISNA que era "posible" que el cuerpo perteneciera al exlíder, pero algunos medios de comunicación en Irán cuestionaron la información.
No está claro dónde está el cuerpo del difunto ahora.
Dinastía Pahlavi
Reza Sha Pahlavi llegó al poder en Irán en 1921, cuando derrocó al Sha Ahmad Shah Qayar, de la dinastía Qayar.
En su reemplazo, fundó el linaje Pahlavi, que tuvo solo dos gobernantes. Él mismo, que se proclamó Sha en 1925, y su hijo, Mohammad Reza Pahlavi, quien huyó del país en 1979 con la victoria de la Revolución Islámica.
Entre los dos sumaron más de cincuenta año sal frente de Irán.
La foto de la momia se difundió en redes sociales con la imagen del cadáver del monarca.
Aunque muchos le reconocen su influencia modernizadora en Irán, la figura de Reza Shah Pahlavi también es criticada por sus ataques a la religión y los presuntos abusos contra los derechos humanos cometidos durante su reinado.
Murió en el exilio en Sudáfrica en 1944, tres años después de que fuerzas británicas y rusas lo obligaran a abdicar en favor de su hijo, en plena Segunda Guerra Mundial.
Inicialmente Reza Sha fue embalsamado y enterrado en Egipto, pero su cuerpo fue trasladado a Irán varios años después.
El mausoleo donde lo enterraron fue destruido después de la revolución de 1979 que derrocó a su hijo, Mohammad Reza.