Tamaulipas, el infierno narco que revive en México
Una serie de mensajes en Twitter de la alcaldesa de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, sorprendió a muchos.
"Les recomiendo que si no tienen alguna actividad extraordinaria en la calle se resguarden en sus casas", decía uno de los avisos de Leticia Salazar Vázquez, la mujer a cargo de la gestión de la ciudad, publicados recientemente en la red social.
Y enseguida publicó otro en su cuenta de internet: "Dios tiene el control de todas las cosas, sigamos orando por nuestra querida ciudad".
Los mensajes nada tendrían de particular si no fuera porque la ciudad, fronteriza con Estados Unidos, vivía una intensa jornada de violencia con enfrentamientos armados entre bandas de narcotraficantes.
La petición de orar fue interpretada como una medida desesperada de la alcaldesa, pero así es la vida en Tamaulipas, donde miles de policías, soldados y marinos no han logrado contener la violencia en algunas zonas del estado.
Por Tamaulipas, situado en el noreste de México, corren varias de las principales rutas de tráfico de drogas del país, por lo que el estado desde 2010 es disputado con regularidad por carteles rivales.
A partir de mayo de 2014 el gobierno federal aplica una estrategia especial de seguridad, que ha reducido los índices de violencia en más de la mitad del estado.
Pero aún quedan zonas de conflicto. "Lo decimos con toda claridad, ha sido difícil esta zona norte, ha sido difícil Matamoros", reconoce el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
A principios de abril se presentó una evidencia clara de estas dificultades. Según un artículo del especialista Alejandro Hope en el diario El universal, en poblaciones de la frontera de Tamaulipas, como Matamoros, se registraron balaceras que duraron más de un día.
Guerra abierta
Según especialistas detrás de la violencia existe una cruenta disputa de los carteles del Golfo y Los Zetas, antes aliados, por controlar el territorio.
En el estado existen algunas de las rutas de mayor tráfico de drogas, armas, dinero y personas de México, especialmente en ciudades fronterizas como Nuevo Laredo o Reynosa.
El secretario Osorio Chong coincide en la evaluación del impacto que han tenido estas actividades criminales sobre los índices de violencia del estado, especialmente en la zona norte y poblaciones como Matamoros.
"Han querido hacer de este municipio una zona de enfrentamientos, que por supuesto habremos de tomar acciones en una estrategia integral para evitar que esto siga sucediendo", advierte el funcionario.
Sin embargo, la guerra de carteles es sólo una parte del conflicto, le dice a BBC Mundo José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.
"La violencia no se puede contener porque las organizaciones criminales del Golfo y Los Zetas capturaron a varias autoridades municipales y del estado", asevera.
No es una sospecha nueva: incluso el gobierno de Estados Unidos investiga a tres exgobernadores de Tamaulipas por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Zona de silencio
El nivel de violencia ha llegado a tal nivel en el estado que los carteles marcan el tipo de información que se publica en la mayoría de los medios locales.
Desde hace varios años muchos periodistas no informan de los hechos de violencia, por las frecuentes amenazas de muerte que reciben de la delincuencia.
Recientemente, por ejemplo, el director de "El Mañana de Matamoros", Enrique Juárez Torres, fue secuestrado durante unas horas por cuatro jóvenes que lo sacaron de su oficina en el periódico.
El periodista fue golpeado en represalia por informar de la jornada de violencia en la ciudad, la misma a que se refirió la alcaldesa con sus oraciones.
Juárez Torres solicitó asilo en Estados Unidos.
Por su parte, el director general de "El Mañana de Tamaulipas", Hildebrando Deándar, reconoció que ya habían recibido dos advertencias para que no publicaran sobre los enfrentamientos armados.
Así, Tamaulipas se ha convertido en una zona de silencio donde prácticamente la única forma de conocer lo que sucede es a través de internet y las redes sociales.
Pero los carteles intentan cerrar esta ventana de información y son señalados por los asesinatos de varias personas que habían publicado alertas o denuncias contra delincuentes.
Algunos avances
A pesar del enfrentamiento de carteles en la zona norte, las autoridades creen que Tamaulipas se encuentra mejor que hace algunos años.
Sin precisar cifras el Comisionado Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, asegura que en los últimos meses bajó en promedio el índice delictivo en el estado, especialmente en la región sur.
Y es previsible que suceda lo mismo en las zonas difíciles, añade el secretario Osorio Chong.
"Hay dificultades en la zona norte, en el resto del estado que estaba en iguales circunstancias hoy se ha avanzado de una manera muy significativa", asegura el funcionario.
"Estamos seguros de que habremos de lograr avanzar también en esta zona y lo queremos hacer lo más pronto posible".
Pero no basta con buenos deseos, advierte Ortega Sánchez, del Consejo Ciudadano para la Seguridad.
"Hay algunos resultados, pero no se va a poder avanzar hasta que el gobierno federal no tome la decisión de castigar, investigar, detener a los políticos que están protegiendo a las organizaciones criminales", subraya.