AFP
Al menos diez personas murieron y 15 resultaron heridas el lunes, después de que un hombre lanzara una camioneta a toda velocidad sobre una acera donde circulaban varios peatones en Toronto, en lo que la policía tildó de ataque "deliberado".
El atropello masivo ocurrió a plena luz del día a unos 16 kilómetros de distancia de donde se celebra una reunión de los cancilleres del G7, aunque funcionarios estatales aseguraron que el ataque no tiene vínculos con el evento.
"Este acto parece claramente deliberado", reconoció el jefe de la Policía de Toronto, Mark Saunders, en una conferencia de prensa.
El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, añadió que "la información disponible en esta etapa indica que este acto no parece estar relacionado con la seguridad nacional".
"Día horrible en Toronto", había tuiteado antes.
La policía arrestó a un sospechoso en el mismo lugar del atropello, que identificó posteriormente como Alek Minassin, un joven de 25 años de un suburbio del norte de Toronto.
En un primer momento se informó de nueve muertes y 16 heridos, pero en la última actualización, la policía informó del fallecimiento de uno de los heridos.
El resto de víctimas permanecen ingresados en hospitales de toda la ciudad, informó Saunders, añadiendo que los investigadores locales, provinciales y federales trabajan en el caso.
"Con mucha tristeza supe de este ataque trágico y sin sentido que tuvo lugar esta tarde en Toronto", declaró el primer ministro, Justin Trudeau, la noche del lunes en un comunicado. "Ofrezco mis sentidas condolencias a los familiares de quienes murieron", añadió.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que la reunión del G7 continuaría el martes como estaba planeada, con discusiones sobre cómo defender a las sociedades democráticas de las injerencias extranjeras.
"Obviamente, el trabajo de los ministros continúa. Es un día muy triste para la gente de Toronto y Canadá", declaró.
"Realmente rápido"
Pasado el mediodía, la policía fue advertida de que una camioneta blanca de alquiler arremetía contra los peatones sobre la acera de la calle Yonge, en una hora de fuerte afluencia y un sol primaveral.
El conductor fue detenido 26 minutos después, tras haber dejado un rastro de sangre a lo largo de un kilómetro de la calle Yonge. Esta vía comercial "es una de las más frecuentadas del país", dijo el jefe policial.
La furgoneta con el parachoques abollado se detuvo en la acera de una intersección principal, rodeada de vehículos policiales.
"Iba realmente rápido", dijo el testigo Alex Shaker a la cadena de televisión CTV.
"Todo lo que pude ver fue gente que, una por una, fue atropellada, atropellada, una por una", rememoró Shaker. "Hay tanta gente tirada en las calles".
"Se estaba estrellando contra todo. Destruyó un banco. Cualquiera que estuviese en esa calle, habría sido golpeado en la acera", afirmó otro testigo, Jamie Eopni, a la televisión local Toronto CP24.
Sin vínculo terrorista
A pesar de que el acto parece "deliberado", los funcionarios no consideran que tenga vínculos con el terrorismo.
Canadá rara vez ha sido escenario de ataques terroristas.
Un hombre apuñaló en octubre a un oficial de policía en la ciudad de Edmonton, al oeste del país, antes de arrollar con su camioneta a un grupo de peatones, hiriendo a cuatro personas.
En Quebec, un hombre canadiense atropelló en octubre de 2014 a dos soldados en un estacionamiento con su vehículo y mató a uno de ellos.
En marzo de 2016, un canadiense que decía simpatizar con el islamismo radical atacó a dos soldados en un centro de reclutamiento militar en Toronto.