AFP
La cifra de muertos tras el paso del devastador tifón Koppu en el norte de Filipinas subió el jueves a 54 muertos.
Las inundaciones causadas por las lluvias torrenciales se han trasladado y ahora son los pueblos costeros que están bajo el agua, informaron las autoridades.
Cerca de 60.000 habitantes de las provincias de Bulacan y Pampanga tuvieron que huir de sus hogares en la noche para escapar a la súbita crecida de las aguas.
El tifón Koppu tocó tierra el domingo en la costa oriental de Luzón, la principal isla del archipiélago, trayendo consigo vientos de hasta 210 km/h e inundando las tierras agrícolas al norte de Manila, en donde los cultivos han sido destruidos y ganado se ahogó.
En los pueblos costeros, la marea alta ha agravado las inundaciones, que podrían durar una semana, explicó a la AFP Nigel Lontoc, director adjunto de la seguridad civil regional.
Desde el paso de Koppu, alrededor de 500.000 personas han tenido que ser desplazadas, según la agencia nacional encargada de la gestión de catástrofes.
Filipinas sufre regularmente tormentas mortales, y cada año ve pasar una media de veinte tifones.
El archipiélago, compuesto de 1.700 islas, suele ser el primer territorio con el que se cruzan los tifones que se forman en el océano Pacífico.
Los científicos estiman que la fuerza de las tormentas de los últimos años se debe al cambio climático.
En noviembre de 2013, el supertifón Haiyan, el más violento que jamás haya tocado tierra, arrasó localidades enteras en el centro del archipiélago y dejó más de 7.350 muertos o desaparecidos.