El avance de las tropas del gobierno sirio, apoyadas por militares rusos, fue el detonante de la retirada del principal conglomerado opositor de la mesa de negociaciones. No es aceptable que el régimen de Asad siga bombardeando y sometiendo a la población al hambre, dijo Riad Hiyab, de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN).
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, espera que por lo menos puedan mantenerse en marcha las “discusiones” entre todos los grupos, y manifestó el propósito de reunirse con representantes de la CSN fuera del edificio de la ONU. Aunque sus líderes se marcharon, algunos de sus expertos han de permanecer en Ginebra.
Nadie puede negar que los actuales combates en Siria resultan inquietantes y que la ayuda humanitaria avanza con demasiada lentitud, admitió De Mistura. Y agregó que, si la situación sigue empeorando, posiblemente se requiera que Estados Unidos y Rusia convoquen a un encuentro extraordinario para dar nuevo impulso al proceso de paz.
La distribución de ayuda humanitaria es ardua.
“Siria no será la de antes”
Este tipo de declaraciones corresponden entretanto al repertorio estándar. Pero, ¿qué otra cosa le queda al mediador de la ONU? En esta constelación, nadie sabe cómo seguir adelante. ¿O estará acaso bloqueado el camino? El especialista en Siria Michael Lüders no ve posibilidades de lograr una paz amplia en el país. A su juicio, no habrá una solución total. Ya sería suficiente motivo de satisfacción que se acordaran ceses del fugo en algunas provincias.
De acuerdo con la opinión manifestada por el experto a la emisora Deutschlandfunk, ya no existirá un Estado centralizado sirio, como en el pasado. Los territorios dominados por el Estado Islámico (EI) en las fronteras con Turquía e Irak probablemente no puedan ser reconquistados.
Oposición débil, ¿o no tanto?
Lüders piensa que el papel de la oposición moderada siria es más bien débil. Explica que actualmente no tiene peso político, no dispone de ejércitos ni de respaldo suficiente de la población para poder llevar a la práctica un cambio de gobierno. También Ulrich Wacker, que trabaja en Ammán para la fundación alemana Friedrich Naumann (ligada a los liberales), ve pocas posibilidades. “Mientras el partido de Assad, relativamente fuerte, se enfrente a una oposición que sigue dividida y débil, el espectáculo de Ginebra amenaza con repetirse en el próximo acto”, señaló a DW.
Daniel Müller, experto de la Fundación de Estudios de la Paz y de Conflictos, de Hesse, no cree por su parte que la CSN retorne pronto a la mesa de negociaciones por su propia voluntad. “Mientras no se regule la modalidad del proceso de transición, eso será difícil”, dijo el especialista en Siria a DW. Sin embargo, Müller no considera que la CSN sea tan débil. Explicó que tras ella hay “poderosas organizaciones y también cuenta con el respaldo de algunos Estados del Golfo”.
A juicio de Daniel Müller, la salida radica en que Estados de la región, como los Emiratos Árabes, Irán o Arabia Saudita, pongan fin a sus conflictos. “La guerra de Siria no se puede ganar militarmente. Debe haber una solución diplomática”. En cuanto al combate al EI, Müller solo considera factible resolver el problema mediante una alianza supraconfesional.
