Un sexagenario británico, que ya cumplía cadena perpetua por dos asesinatos y agresiones sexuales post mortem a una decena de mujeres, volvió a ser condenado el miércoles por actos similares, en un caso "sin precedentes" en el Reino Unido.
David Fuller, de 68 años, fue sentenciado a cuatro años de reclusión por agredir sexualmente a 23 cadáveres de mujeres en las morgues de dos hospitales del sur de Inglaterra donde trabajaba como electricista.
El mes pasado se declaró culpable de doce cargos de penetración sexual de un cadaver y cuatro cargos de posesión de pornografía extrema entre 2007 y 2020, a un total de 23 víctimas, algunas de las cuales no fueron identificadas.
En diciembre de 2021, ya había sido condenado a cadena perpetua por la violación post mortem de decenas de otras víctimas y por el asesinato de dos mujeres en 1987 en Tunbridge Wells, en el suroeste de Inglaterra.
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En total, Fuller agredió sexualmente a los cadáveres "de al menos 101 mujeres y niñas, pese a que diez de las víctimas no pudieron ser identificadas y no lo serán probablemente nunca", declaró el fiscal durante la última vista.
La más joven de sus víctimas había fallecido a los nueve años y la más anciana a los cien.
Fue en 2020, al detenerlo después de que su ADN fuese vinculado a los asesinatos de dos mujeres en 1987, cuando los investigadores descubrieron en su domicilio millones de imágenes pornográficas y vídeos en los que aparecía cometiendo agresiones sexuales a cadáveres de mujeres.
Al presentar los hechos, la fiscalía subrayó que se trataba de un caso "sin precedentes en la historia judicial británica".
Este caso conmocionó al Reino Unido, cuyo gobierno lanzó una investigación independiente para determinar cómo pudo Fuller cometer tales actos durante un periodo de tiempo tan largo sin que nadie se diera cuenta.
Sus conclusiones se esperan el próximo año.