El dirigente opositor ruso Alexéi Navalni fue condenado este viernes a 19 años de prisión por cargos de "extremismo", que se suman a otros nueve por "malversación", en un veredicto denunciado por la ONU, que exigió su "liberación inmediata".
"Alexéi Navalni fue condenado a 19 años en una colonia penal de máxima seguridad", indicó en la red social Twitter (rebautizada X) la portavoz del disidente, Kira Yarmych.
Un periodista de la AFP que asistía al juicio desde una sala de prensa en la penitenciaria IK-6 en Mélejovo (a 250 km de Moscú), indicó que Navalni sonrió al oír la sentencia y abrazó a otro acusado antes de que la transmisión fuese cortada.
Poco después, en un mensaje publicado en Facebook, Navalni llamó a sus compatriotas a "resistir", sin dejarse amilanar por la represión.
"Una banda de traidores, ladrones y canallas los obligó a entregar a Rusia sin combatir y se apoderó del poder. [El presidente Vladimir] Putin no debe lograr su objetivo", agregó.
La fiscalía alegó que Navalni, un exabogado, había creado una organización que socava la seguridad pública mediante "actividades extremistas".
Navalni, de 47 años, fue arrestado en 2021 tras volver a Moscú desde Alemania, donde se había estado recuperando de un envenenamiento del que culpa al Kremlin.
Desde entonces ya fue condenado a nueve años de encarcelamiento por denuncias de "malversación", que sus partidarios consideran inventadas en represalia por haber desafiado a Putin.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió el viernes su "liberación inmediata".
Esta última condena "plantea nuevas preocupaciones sobre el acoso judicial y la instrumentalización del sistema judicial de Rusia con fines políticos", afirmó Türk en un comunicado.
La Unión Europea (UE) denunció un "proceso fraguado" y una condena "arbitraria", en represalia al "coraje [de Navalni] de criticar al régimen del Kremlin".
El Departamento de Estado de Estados Unidos destacó en un comunicado que "durante años, el Kremlin ha intentado silenciar a Navalni y evitar que sus llamados a la transparencia y la rendición de cuentas lleguen al pueblo ruso".
Cerco a la oposición
Navalni tiene muchos seguidores en redes sociales, donde publicó videos sobre presuntos casos de corrupción en la élite rusa y consiguió movilizar protestas antigubernamentales.
Su Fundación Anticorrupción, que investiga a los responsables rusos, fue prohibida por extremismo en 2021.
Su antiguo jefe de personal, Leonid Volkov, y otros colaboradores también fueron acusados de organizar o participar en una "comunidad extremista".
La mayoría de sus aliados cercanos huyeron de Rusia.
La represión contra las voces disidentes aumentó después del inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania en febrero de 2022 y empujó a la mayoría del acosado movimiento opositor al exilio.
Rusia dice haber repelido ataque con drones en dos regiones
Celda de castigo
Los últimos días de Navalni antes del veredicto transcurrieron en una celda de castigo donde, según su portavoz, es enviado a menudo por pequeñas infracciones de las normas penitenciarias.
En total, ha pasado casi 200 días en esa celda, según su equipo.
El opositor dijo que las autoridades penitenciarias le obligaron a compartir celda con un reo enfermizo y lo sometieron a él y al resto de presos a la "tortura de Putin", haciéndoles escuchar repetidamente discursos del presidente ruso.
También se quejó de problemas de salud y de haber perdido mucho peso.
En abril, Navalni dijo que podría ser juzgado separadamente por cargos de terrorismo, pasibles de cadena perpetua.