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Biógrafo del Papa: "Uno de los retos en su visita será el tema del abuso sexual y del Obispo Barros"

Biógrafo del Papa: "Uno de los retos en su visita será el tema del abuso sexual y del Obispo Barros"
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El periodista y escritor británico Austen Ivereigh, uno de los biógrafos más reconocidos del Pontífice, cree que Francisco ha llegado a la conclusión de que el obispo de Osorno "ha sido un chivo expiatorio". Alude a los inmigrantes y a los mapuches como ejes del discurso que el Papa tendrá en su paso por Chile.

El periodista británico Austen Ivereigh, uno de los biógrafos más destacados del Pontífice, quien publicó "El gran reformador. Francisco, retrato de un Papa radical" (2014), habla con T13 Semanal sobre la visita del Jefe de la Iglesia a Chile, sus desafíos y posibilidades en un ambiente de elevada crispación. Viajará a Chile para estar presente en su visita. 

¿Cuáles son los retos que tendría el  Papa en su viaje a Chile?

Él viene para promocionar lo que la Iglesia latinoamericana llama a la conversión pastoral de la Iglesia. Es decir, fomentar su cercanía con los más pobres y excluidos y tiene en mente a dos grupos en los cuales se va enfocar: los mapuches y los inmigrantes.

La visita a Chile forma parte de esa misión grande del Papa que es cambiar el enfoque de la Iglesia en esos grupos. Yo creo que uno de los retos que enfrentará será el tema del abuso (sexual) y el del Obispo Barros, precisamente porque ese asunto ha sido muy discutido en Chile en torno a él.

Por el caso del Obispo Barros el Papa trató a los feligreses de Osorno de “tontos” y responsabilizó a “los zurdos” de este país. ¿Estuvo bien o no el Papa?

Lo que se dijo es que la gente que se opone a Barros ha sido tonta. Ingenua. Sin defender esa declaración específica, que fue una cosa improvisada, yo creo que, en general, el punto de vista del Papa sobre esta cuestión viene de un conocimiento personal y muy profundo del caso.

Él ha conocido personalmente a Barros, ha pasado tiempo con él. Además, ha confiado de la asesoría de un director de Barros y creo que el Papa ha llegado a la conclusión de que ha sido un chivo expiatorio. Es un convencido. Y a pesar de la presión de muchos obispos, de la sociedad y de los partidos políticos, él ha insistido y sigue insistiendo que Barros es inocente en el sentido legal. A Barros nunca lo han procesado. Nunca, ni en un proceso civil ni canónico. Legalmente él es inocente.Y no se puede castigar a alguien que legalmente es inocente.

A pesar de ello, ¿se puede ser tan tajante o categórico en su defensa?

Un principio importante para la ley, no solo de la Iglesia, sino la ley occidental es que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Y no hay evidencia legal en contra de él. Hay muchas acusaciones, pero no hay ningún proceso contra él que se haya demostrado. 

Yo creo que por una parte no le queda otra opción al Papa, sino la de nombrar a un obispo a una diócesis. Pero más allá de eso, creo que el Papa se ha interesado en este tema y ha indagado mucho el caso, ha escuchado a muchas personas y ha llegado a esa conclusión personal.

Podría estar equivocado, pero él tomó esa decisión después de mucho discernimiento y es importante respetar ese proceso de decisión por parte del Papa.

Preocupa mucho los mensajes que va a dar el Pontífice en Iquique y en La Araucanía. ¿Hay alguna posibilidad de que se pueda “salir del libreto”?

Él va a tener mucho cuidado en no entrar en el terreno partidario-político. Pero va a insistir en dos cosas. Uno, en la inclusión de lo indígena en la sociedad, en la cultura y en la política de Chile.

Su mensaje en Temuco irá dirigido no solo a la cuestión mapuche, sino también a lo que él llama ‘la cultura del encuentro’, que requiere la inclusión de los más marginados, la construcción de la Patria Grande en el sentido de una América Latina que incluye a los sobrantes, a los excluidos que para él son una clave de una democracia plural saludable.

El tema de la inmigración no es muy distinto: hay que aceptar primero el hecho de la inmigración; que es un hecho del mundo contemporáneo globalizado, que hay una movilidad muy grande de personas a través de las fronteras y que las sociedades más prósperas tienen que abrirse a recibir a los más necesitados.

Pero el mensaje sobre la inmigración siempre va junto con otro, que es la necesidad de la integración. Yo creo que va a definir los principios éticos generales y luego dejará a Chile debatir las implicaciones para la política particular.

"(El Papa) se cansa mucho de la forma en que los políticos argentinos buscan explotarlo a él, en general. Es un tema constante en Argentina: cualquier cosa que el Papa diga está filtrado a través de un lente provincial. Como si el Papa estuviera siempre hablando cuestiones internas argentinas. Precisamente para evitar eso, él no ha querido ir
Austen Ivereigh, biógrafo del Papa

También está Bolivia. En 2015 el Papa se manifestó sobre lo justo que era tratar el tema de la salida al mar. Además, el embajador chileno ante el Vaticano pidió que el Pontífice se abstuviera de hablar del asunto marítimo. Conociéndolo más de fondo, ¿cree pueda sorprendernos con alguna declaración?

No sé si va a hacer una declaración o no. Lo que sé es que lo que dijo en Bolivia no fue más que estas cuestiones tienen que ser negociadas. Es un requisito de la fraternidad latinoamericana que se busquen soluciones a estos desacuerdos a través de la negociación y no del conflicto. No dijo más que eso.

Ahora, el gobierno boliviano ha tratado de sacar cierto provecho de eso, diciendo que el Papa está buscando que Chile acceda a abrir unas negociaciones formales sobre el tema. Pero yo creo que nunca dijo eso. No sé si el Papa buscará un momento de aclararlo. El principio está claro: donde hay desacuerdo, donde hay reclamaciones históricas tienen que ser resueltas mediante la negociación y el diálogo. De pronunciarse sobre este tema será para reforzar ese mensaje.

A raíz de la venida del Papa a Chile, la Iglesia argentina acaba de decir que le cuesta digerir el hecho de que no visite Argentina, que le resulta doloroso. ¿Por qué no va a su país?

Porque se cansa mucho de la forma en que los políticos argentinos buscan explotarlo a él, en general. Es un tema constante en Argentina: cualquier cosa que el Papa diga está filtrado a través de un lente provincial. Como si el Papa estuviera siempre hablando cuestiones internas argentinas. Precisamente para evitar eso, él no ha querido ir.

Hay otro asunto aquí. Si uno piensa en los viajes latinoamericanos, él comenzó con Bolivia y Paraguay, los países más pobres, más periféricos a nivel continental. Y creo que el Papa está enviando un mensaje muy claro a una Argentina que suele considerarse un país importante, como Brasil. Un mensaje de que Argentina tiene que aprender de la periferia. Un mensaje de más humildad.

El hecho de que el Papa sea argentino es una cosa que puede ser interpretado allí como un triunfo, como algo que hay que explotar, como si fuera una ganancia de ellos (…) Irá, pero más tarde. Tal vez al final de pontificado, para evitar cualquier triunfalismo.

Muchos estiman que la razón pasa por un tema político, primero con Kirchner, luego con Macri.

Él ha recibido a Macri más de alguna vez en Roma y tratará con cualquier gobernante. Si uno piensa en los líderes con quien se ha encontrado en sus visitas apostólicas en América Latina: conservadores, marxistas, comunistas… Él se encontrará con todo el mundo. Eso no le prohíbe la ida a Argentina.

Uno puede buscar un sinfín de razones de por qué no va a Argentina, pero creo que la razón es la que dije: él va a ir a Argentina, pero va a dejarlo para el final de su pontificado para evitar cualquier triunfalismo de parte de Argentina.

Si uno piensa en los viajes latinoamericanos, él comenzó con Bolivia y Paraguay, los países más pobres, más periféricos a nivel continental. Y creo que el Papa está enviando un mensaje muy claro a una Argentina que suele considerarse un país importante, como Brasil. Un mensaje de que Argentina tiene que aprender de la periferia. Un mensaje de más humildad
Austen Ivereigh, biógrafo del Papa

Una ONG estadounidense denunció que casi 80 clérigos abusaron de niños en Chile desde el año 2000 y una supuesta falta de compromiso de jerarcas católicos, en especial chilenos. ¿Cómo hay que tomarse este informe pensado en el momento en el que se hace y qué se puede esperar?

Sobre esa cifra no puedo comentar, porque no sé si es cierta o no. Lo que sí puedo decir es que el Papa ha buscado asegurar de varias maneras que cualquier abuso a un menor cometido por un clérigo sea denunciado tan pronto como sea posible; que el encubrimiento es imposible y que hay una tolerancia cero en esto. El Papa creó una comisión especial para avanzar en esas políticas y los protocolos para prevenir y asegurar que los casos sean tratados de forma inmediata y transparente.

Si él trata el tema en Chile será para reforzar esos mensajes. No sé si se encontrará con víctimas de acoso sexual en Chile o Perú. Espero que sí, porque creo que sería una buena señal. Se dio a conocer que el Vaticano intervendrá en el Sodalicio. Es una buena noticia. Cualquier acción por parte del Vaticano es bienvenida en ese respecto, porque no se ha actuado de una forma demasiado rápida y como se debe.

No está dentro del programa de la cita papal encontrarse con víctimas de abuso sexual.

Cuando un Papa en sus visitas apostólicas se encuentra con víctimas de abusos no se dice por anticipado, sino después del hecho para prevenir la politización del asunto. Porque si se identifica por anticipado puede quitar confiabilidad y privacidad a las víctimas. Entonces, hay un protocolo sobre eso. Si se encuentra con víctimas no se da por anticipado, se comunicará después.

Entonces no se descarta un encuentro papal con las víctimas de abuso sexual

No se descarta y creo que siempre es bueno que el Papa se reúna con víctimas de abuso sexual. Me parece que es una cosa importante, porque escucha de una forma directa la experiencia de ellos. Y eso es bueno. El Papa ya se ha encontrado con víctimas varias veces en Roma y en Filadelfia, y siempre es importante para las víctimas ser escuchadas.

En general, la experiencia de las víctimas que se han reunido con él ha sido muy positiva; han salido de esas reuniones sintiendo que han sido escuchadas. Me parece una buena idea que el Papa se encuentre con víctimas (de acoso sexual) en Chile, en Perú y en todas sus visitas. Si lo hará o no, no lo sé.

Lo cierto es que sí se juntará con víctimas de la dictadura en Iquique. ¿Eso le parece bien, también?

Sí, me parece bien. Es importante, porque en Chile hay muchas heridas del pasado y el Papa tiene que contribuir a sanar esas heridas. Uno de sus papeles es ayudar a sanar heridas históricas. Las heridas siguen abiertas, porque el dolor no es algo que termina.

(...) Yo creo que nunca se debe dar por concluido el proceso de sanación de heridas. Y te doy un ejemplo. Se dice que detrás del conflicto en España, ente Cataluña y Madrid son precisamente las heridas de la guerra civil que nunca se permitieron sanar. Es una cuestión constante. Es como la cuestión indígena de los terrenos de los Mapuches. Es algo histórico, de siglos, pero las heridas siguen abiertas, y la tensión que se produce. Hay que responder a esas reclamaciones, a ese dolor.

Recién se refería a la decisión del Vaticano de intervenir el grupo laico Sodalicio de Vida como buena noticia...

Bueno, es bienvenido, pero a m me parece que es muy tarde. Me parece que el Vaticano debería haber actuado mucho antes. Yo escribí un artículo hace un par de años mostrando que había habido una denuncia de Figari mucho antes. El Vaticano no sé si no ha dicho nada, pero no hizo lo suficiente. Yo creo que la razón por la que ha actuado ahora es que en Perú se ha abierto un proceso civil contra Figari. Entonces, el Vaticano sabía que tenía que actuar. Me alegra que haya actuado, pero me parece que es tarde. Bien hubiera sido intervenir antes.

¿Se refiere a este Pontificado?

Lo que sabemos es que hubo un proceso de denuncia a Figari hecha a través de la Iglesia peruana hace cuatro o cinco años. Ha habido acción por parte del Vaticano. Figari, por ejemplo, fue suspendido. Mi impresión es que no hubo una intervención tal como ha habido ahora. Y en parte eso se debe a que el derecho canónico no cubre a los laicos y Figari lo es. En parte es un problema legal.

Pero al final las acusaciones contra Figari eran tan claras, tan contundentes y había algo en Soladicio muy podrido, muy evidente, que visto desde fuera, parece que la justificación de intervenir es muy evidente hace tiempo. Entonces me alegra que haya actuado al final.

En términos generales, el Papa ¿ha actuado bien en el tema de los abusos sexuales?

Sí, en el sentido de que ha enviado mensajes muy claros con respecto a la tolerancia cero. Ha creado una comisión de expertos para promocionar buenos protocolos, especialmente en el mundo en vías de desarrollo, se ha encontrado con víctimas y ha introducido reformas legales para asegurar que un obispo que no actúe contra un sacerdote pedófilo, si no actúa como corresponde debe ser destituido de su cargo de obispo. Todo eso ha hecho el Papa en estos años.

¿Y qué no ha hecho?

Yo creo que falta todavía una cultura de transparencia en cuanto a eso (los abusos). Lo que se necesita son formas de actuar que sean claras, contundentes, que rinden cuentas. Hay todavía una cultura en el Vaticano de querer evitar el escándalo. Creo que eso requiere tiempo para cambiar. Pero está cambiando. El Papa ha impulsado mucho esto, pero todavía faltan los recursos y la energía necesaria para procesar los casos rápido, en el tiempo que se requiere para satisfacer la necesidad de la justicia.

¿Y le falta energía en esto al Papa?

No. Creo que él es enérgico, que se ha enfrentado con mentalidades y formas de pensar y actuar muy arraigadas en Roma que son difíciles de cambiar de la noche al día. Pero que poco a poco se están cambiando. Él está actuando enérgicamente para resolver esos casos (…) El Papa ha hecho lo que puede, pero todavía no es suficiente.

¿Considera al Papa polémico?

Sí, es un papa polémico en el sentido de que es muy directo, muy contundente, muy radical en el sentido evangélico de la palabra. Él pone a Jesús en el centro y no teme ofender y escandalizar cuando es necesario hacerlo. Este mismo adjetivo puede ser usado con otros papas. El papel del Papa es el de ser polémico.

Hay todavía una cultura en el Vaticano de querer evitar el escándalo. Creo que eso requiere tiempo para cambiar. Pero está cambiando. El Papa ha impulsado mucho esto,
Austen Ivereih, biógrafo del Papa

¿Francisco es, además, más político que su antecesor?

Sí, es político en el sentido que él entiende bien la política, la aprecia mucho y busca su renovación. Me refiero a que él cree mucho en la Política como una manera de conseguir consensos que fomentan el bien común. Critica mucho la falta de lo que él llama la Política grande, que es la capacidad de tejer esos consensos. Osea el hecho de que gran parte de la política occidental haya caído en la polarización, la globalización y localización, para él es un fracaso. Él cree mucho en la política y quiere revitalizarla. Él se define a sí mismo como un animal político.

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