Por AFP
Un atentado suicida en el estacionamiento del Tribunal Supremo afgano, cuando sus funcionarios abandonaban el edificio, causó este martes al menos 20 muertos y 41 heridos en Kabul.
El asaltante detonó su explosivo cuando los empleados estaban subiendo a los autobuses que los iban a trasladar a sus hogares. La explosión causó una carnicería, y entre las víctimas hay tres mujeres y un niño, detalló un responsable del ministerio de Sanidad, Wahidullah Mayar, en Twitter.
Por el momento ningún grupo reivindicó el ataque, que coincide sin embargo con una gran ofensiva talibán en todo el país.
"El kamikaze avanzó a pie e hizo explotar su carga", precisó a la AFP un portavoz del ministerio del Interior, Najibulá Danish.
El presidente Ashraf Ghani condenó el ataque y lo calificó de "crimen contra la humanidad y acto imperdonable".
La explosión desencadenó escenas de pánico en los alrededores del recinto, cuyos accesos fueron inmediatamente bloqueados por las fuerzas de policía. El Tribunal está ubicado cerca de la embajada de Estados Unidos.
La embajada condenó un ataque "contra los verdaderos pilares de la democracia y el estado de derecho afganos".
Se trata de un segundo atentado de esta magnitud en menos de un mes en Kabul.
Además, el Tribunal supremo en Kabul ya había sido atacado por primera vez en junio de 2013, en un atentado en el que murieron 15 personas y otras 40 resultaron heridas: la bomba, muy potente, explotó a la misma hora, las 16.00 locales, en la entrada del edificio.
Los talibanes reivindicaron entonces la operación y amenazaron con perpetrar más atentados en el futuro si el tribunal condenaba a muerte a sus combatientes.
En 2016, la ONU estableció el peor balance de víctimas mortales civiles en Afganistán desde que comenzara a censarlos (en 2009), con 11.500 muertos y heridos.
Entre ellos, casi dos mil personas fueron víctimas de atentados indiscriminados contra la población, de las cuales 398 fallecieron. Esto constituye un récord desde 2009, con un aumento de 7% respecto a 2015.
Para la Misión de Naciones Unidas de asistencia a Afganistán (MANUA), los movimientos insurgentes, entre los cuales los talibanes y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), son responsables del 60% de estas víctimas -datos que los propios talibanes contestan.