El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, aclaró en declaraciones al periódico alemán 'Welt am Sonntag' que no tiene ninguna intención de presentarse como candidato a la cancillería alemana por su partido, el socialdemócrata SPD. Europa, ha dicho, "no está en su mejor momento, estoy tratando de hacer mi aportación desde aquí, mi sitio está en Bruselas". A su vez, apoyó sin fisuras a Sigmar Gabriel, "un presidente del partido, muy, muy fuerte".
A la vista de las pobres cifras que pronostican las encuestas para los socialdemócratas, la cuestión de la candidatura ha estado constantemente sobre la mesa. El propio Gabriel propuso unas primarias y dijo que le parecería "excelente" que hubiera para el otoño "dos o tres candidatos" antes de las elecciones del año que viene. Sin embargo, hasta el momento nadie se ha expresado ambiciones para representar al partido. Además de Schulz, los nombres que se han barajado como posibles sucesores de Gabriel al frente del SPD son el ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier, la ministra de Asuntos Sociales Andrea Nahles o el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz.
Schulz lleva toda su vida política invertida en el proyecto europeo y en él quiere permanecer. Aunque sí da claves a su partido para competir con la canciller Angela Merkel: "El SPD debe seguir siendo el partido de la gente que trabaja duro, que se atiene a las reglas del juego y que hace lo que su país exige de ellos". Mucha de esa gente, advierte Schulz, tiene la sensación de que sólo se hablará de miles de millones y de adónde han ido a parar, cifras impensables para la mayoría. "Nosotros los socioaldemócratas debemos pensar menos en los miles de millones y más en la gente que no llega a fin de mes".