Científicos y militares soviéticos ensayaron en 1973 el lanzamiento de un misil que se convertiría en el arma más mortífera del mundo, un misil balístico intercontinental bautizado como R-36.
La tecnología empleada en el R-36 era vanguardista a mediados de la década de 1970 y hasta hoy sigue siendo una de las más precisas. De hecho, desde el punto de lanzamiento puede alcanzar distancias de hasta 11 mil kilómetros.
Sin embargo, esta arma fue perfeccionada y su variación fue nombrada R-36M, también conocida como “Satán”.
El usuario de Twitter Ivan O'Gilvi compartió imágenes de algunos misiles que usan el sistema desarrollado desde 1972, perfeccionado con sus modificaciones más recientes realizadas en 2021.
Тяжелая МБР Р-36М "Сатана". Фото: https://t.co/WqhcQYIgM2 pic.twitter.com/X34Yr5t9oD
— Ivan O'Gilvi (@o_gilvi) February 20, 2020
Aunque suelen confundirse, la agencia de noticias rusa Sputnik detalla que este segundo misil –el R-36M o “Satán”– tomó las mejores características de su antecesor.
“Satán” posee una capacidad destructiva de entre 15 y 25 megatones cuando carga las ojivas pesadas. En el caso de las ligeras, éstas tienen una potencia de 8 megatones. Destacar que un megatón corresponde a la posibilidad explosiva de un millón de toneladas de dinamita.
Es más. El anterior R-36 estaba sobre unos muelles que debieron ser reemplazados cuando fue creado el nuevo misil, pues “Satán” supera las 200 toneladas.
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De acuerdo con las especificaciones oficiales, un solo misil de este tipo podría impactar en 10 objetivos diferentes y podría provocar otras varias detonaciones más pequeñas. Como ejemplo, con su potencia podría destruir todo el territorio de Francia o la costa este de Estados Unidos.
Además, se encuentra equipado con bombas de señuelo y diversas cabezas nucleares dentro de un único misil, lo que hace que sea más difícil derribarlo una vez que haya sido lanzado. Ya en el aire, el “Satán” puede alcanzar sus objetivos con una desviación de un radio de 130 metros y en caso de que el silo desde el cual fue lanzado sea impactado por un misil enemigo, el R-36M no detendría su lanzamiento, sino que sólo se aplazaría entre 3 a 5 minutos.
En agosto de 2018, en medio de hostilidades entre Rusia y Ucrania debido a la disputa territorial por Crimea, Vladimir Putin compartió registros en los que se podían ver pruebas y lanzamientos de un arma posterior a ésta: “Satán 2”. Esta arma, en lugar de tener 10 ojivas nucleares, tendría 12.
Según publicó el diario inglés The Sun, a finales de 2021 Putin advirtió que esta arma estaría lista para su uso a finales del 2022.