Por AFP
Al menos 31 presos fallecieron esta madrugada en una cárcel del estado de Roraima, en el norte de Brasil, cinco días después de que una sangrienta venganza entre facciones dejara 56 muertos en un presidio de Manaos.
La policía se encontraba en el lugar identificando las causas, pero las primeras informaciones apuntan a que no se trató de un motín, sino de una acción rápida de un grupo de reclusos, en menos de una hora.
Por el momento, no se habían encontrado armas de fuego en la prisión y la mayoría de los asesinatos fue cometido con armas blancas, añadió la portavoz de la policía.
Sin embargo, o es la primera vez, sin embargo, que el mayor presidio de este estado fronterizo con Venezuela registra incidentes en los últimos meses. En octubre, 10 presos murieron tras un enfrentamiento entre facciones.
Este nuevo incidente ocurre apenas cinco días después de que una rebelión en el vecino estado de Amazonas dejara 56 muertos, en la segunda mayor masacre registrada en una prisión brasileña.
Con 622 mil personas privadas de libertad -en su mayoría jóvenes negros-, el gigante sudamericano tiene la cuarta mayor población penal del mundo, por detrás de Estados Unidos, China y Rusia, según datos oficiales.