La fiesta con motivo del 105º aniversario de la creación de las Fuerzas Aéreas de Rusia, que en 2015 pasaron a llamarse Fuerzas Aeroespaciales, comenzó con una reconstrucción histórica de cómo se gestó la aviación militar rusa.
La parada fue abierta por una formación de diez cazas y cazabombarderos de la Casa Sujói, a la que siguieron cuatro helicópteros que portaban las banderas de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas de Rusia
Más de 150 aeronaves, incluidos aparatos reconstruidos de los tiempos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, participaron en la exhibición, a la que asistieron miles de personas. Dos cazas de quinta generación Su-57, hasta hace poco conocidos como PAK-FA (T-50), simularon un combate aéreo para deleite del público, que también pudo apreciar las evoluciones de una de las últimas novedades de la aviación militar rusa, el caza ligero MiG-35.
"Nunca nos quedaremos a la zaga de nadie", dijo a la prensa el comandante en jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, general coronel Víctor Bondarev. Vaticinó que en el futuro, gracias al desarrollo de las tecnologías, tanto los aviones como los helicópteros no necesitarán de tripulantes.
"En tiempo difíciles para la patria hubo quienes conservaron la industria aeronáutica e impulsaron su renacimiento. Hoy, gracias al Su-57, estamos igualados en aviones de quinta generación. Contamos con helicópteros magníficos; no hay mejores en el mundo", apuntó Bondarev.