Más de seis meses después que Francia venciera a Croacia en la final del mundial, más de 5.000 extranjeros que llegaron a Rusia el año pasado gracias a un sistema sin visa para fanáticos aún no dejan el país eslavo.
Según Andrei Kayushin, que lidera el departamento de migración del ministerio del Interior, más de 12.000 personas aún permanecen en Rusia luego que sus permisos "Fan ID" expiraran a finales de 2018.
Sin embargo, los servicios de seguridad rusos indicaron que la cifra real asciende a 5.500 extranjeros, de un total de 650 mil que recibieron los permisos.
"En general, todos cumplieron con la ley y abandonaron el país en su momento", dijo Kayushin a medios rusos citados por Bloomberg. Respecto a los 5.550 que aún están en el país, la autoridad indicó que, "estamos llevando a cabo operaciones para deportarlos, y esperamos que todos hayan sido deportados para el 30 de marzo".
Kayushin no entregó información sobre la posible ocupación de los turistas de la Copa del Mundo que aún siguen en Rusia.
Mientras que algunos fanáticos llegaron al país por el fútbol y se enamoraron de la nación anfitriona, también hay otros casos de gente que usó el sistema de Fan ID para entrar a Rusia con la esperanza de cruzar ilegalmente la frontera hacia países de la Unión Europea. Por otro lado, algunas decenas de turistas intentaron llenar una solicitud de asilo en Rusia.
Dos días antes de la final, unos 60 hombres nigerianos acamparon afuera de la embajada de su país en Moscú para pedir ayuda para volver a su país. Un grupo ruso contra el tráfico de personas indicó que una agencia en Nigeria les prometió trabajo en Rusia y ellos decidieron comprar los documentos de fanático solo para llegar a Rusia y enterarse que las promesas eran falsas.
