La tercera jornada de enfrentamientos entre las fuerzas invasoras rusas y las ucranianas se ha intensificado en varios lados, principalmente en las cercanías de Kiev, donde las fuerzas de Vladimir Putin intentan capturar la capital ucraniana.
En este contexto, Rodrigo Provoste, un misionero chileno que se encuentra en la ciudad portuaria Odesa, en Ucrania, realizando trabajos de voluntariado con niños, relató que los ataques a la ciudad disminuyeron en esta tercera jornada, pero que las personas se encuentran con gran preocupación.
“Nos pidieron dormir en los refugios, que son los sótanos, y que apagaramos las luces, porque hoy llegarian los tanques”, fue parte del testimonio del chileno con Telenoche.
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Pese a las advertencias, Provoste cuenta que no se escucharon bombazos, y que ha sido “una noche muy tranquila”.
Frente a su situación personal, Rodrigo Provoste señaló que trabaja con niños de siete hasta 18 años, pero que los más grandes son los más preocupados por la situación, pidiéndole que los saque a algún país vecino.
“Hay mucho dolor en mi corazón, mucha tristeza, no es fácil salir, tomar mis cosas, mis bolsos y dejar los niños. No, es un dolor que yo siento, realmente tengo mucha tristeza. Realmente yo digo, señor, si tú me trajiste acá, tú me vas a cuidar, tú eres mi fortaleza, en eso yo siempre pienso. Trato de quedarme, aunque a veces la situación sea difícil, yo prefiero estar con los niños, mil veces con ellos”, dice Rodrigo Provoste.
Finalmente, el misionero terminó su testimonio señalando que “prefiero quedarme mil veces con los niños, o me voy con ellos o simplemente me quedo, no los quiero dejar solos”.