La compañía de electricidad japonesa Tepco lanzó este miércoles una operación inédita en la central arrasada de Fukushima, enviando un robot a uno de los reactores para "tocar" el combustible fundido, por primera vez.
"La operación empezó y debe durar unas cinco horas. De momento, no se ha registrado ningún problema", afirmó a la AFP una portavoz de Tokio Electric Power (Tepco).
Anteriormente, se habían realizado investigaciones en el recinto de confinamiento donde se quedó estancado el combustible, consistentes en observaciones a distancia con cámaras y robots. Gracias a esto, se identificó una parte del combustible fundido.
La retirada de estos "restos", de un nivel de radiactividad excepcional, supondrá la tarea más difícil del desmantelamiento de estas instalaciones, afectadas por el tsunami que se abatió sobre la costa noreste de Japón en 2011.
"Esta vez, es un control táctil", explicó Tepco en una presentación publicada en línea. Un robot mejorado, diseñado por Toshiba, irá a tocar el combustible.
La parte que tocará los restos se parece a un gran flotador enganchado a un cable que bajará hasta el nivel del combustible, teledirigido desde una sala de control. El artefacto está equipado de un sistema de medida de radiaciones, de un termómetro, de una cámara y de una luz.
"Esta vez no tomaremos muestras", precisó un responsable de Tepco en un video en el sitio web de la compañía.
"Si conseguimos, por ejemplo, evaluar la duración y otras características de estos restos, serán informaciones muy útiles para preparar las operaciones de extracción", agregó.
Los núcleos de los reactores 1 a 3 se fundieron en el accidente y tienen que ser refrigerados permanentemente. La gestora Tepco sigue estudiando los medios para sacar el combustible.
El accidente de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, provocó la evacuación de decenas de miles de personas, muchas de las cuales no pueden o no quieren regresar a sus casas a causa de las radiaciones. Una parte de la zona será inhabitable durante décadas.