“Prefiero una celda en la cárcel que vivir en esta casa”, decía la nota que dejó Lawrence John Ripple a su esposa antes de ir a robar un banco en Kansas, Estados Unidos.
“Tengo un arma, dame el dinero”, dijo el hombre de 70 años según documentos judiciales, quien luego del asalto se sentó en el vestíbulo del mismo banco a esperar que llegara la policía.
El atraco ocurrido en septiembre del año pasado tuvo sentencia esta semana y pese a que Ripple se declaró culpable del robo en enero, su abogado y fiscales federales pidieron ante el Juez de la Corte de Distrito clemencia.
Seis meses de arresto domiciliario fue la condena para Ripple debido a sus problemas de salud, el remordimiento, no tener antecedentes penales y la improbabilidad de reincidir, además de libertad condicional supervisada y servicio comunitario.
Lawrence John Ripple padecía de depresión -hasta ese entonces- no diagnosticada producto de una cirugía al corazón en 2015. Llamando al robo un "grito de ayuda", el defensor de Ripple dijo que desde entonces ha sido debidamente diagnosticado, toma la adecuada y se siente como su yo normal de nuevo.
Según cuenta The Kansas City Star, Rippley llegó al tribunal acompañado por su esposa y algunos miembros de su familia, y se disculpó tanto con el banco como con el cajero. "No era mi intención asustarlo (al cajero) como lo hice", dijo a la corte.