Revelan fundamental grabación de la caja negra del Germanwings
Una hora y media de grabación reconstruye los últimos momentos del avión de la aerolínea alemana Germanwings, antes de la colisión que causó la muerte de 150 personas en los Alpes.
La nueva evidencia, apuntaría -tal y como las demás-, a la hipótesis de que fue el copiloto Andreas Lubitz, quién decidió estrellar el avión apropósito.
En ella se puede escuchar cuando el capitán de la nave, Patrick Sondenheimer, le pide a Lubitz si es que puede “asumir el mando", antes de levantarse al baño, según relata la reconstrucción realizada por el diario Bild y recogida por El País.
Tras la salida del piloto, la grabación registra la señal de alarma automática por pérdida de altura. Luego se escucha un fuerte golpe, como si alguien intentara abrir de una patada la puerta de la cabina, y la voz del capitán Sondenheimer, que grita: "¡Por el amor de dios, abre la puerta!".
En un segundo plano se oyen gritos de los pasajeros. A las 10.35, cuando el avión aún se encontraba a 7.000 metros de altura, la grabación registró "ruidos metálicos fuertes contra la puerta de la cabina" como si esta fuera golpeada. Unos 90 segundos más tarde, a 5.000 metros de altura, se activa una nueva alarma, y se oye al piloto gritar: "¡Abre la maldita puerta!"
A las 10.38, todavía a unos 4.000 metros de altura, se oye la respiración del copiloto, que no dice nada. A las 10.40, el aparato toca con el ala derecha la montaña y de nuevo se oyen los gritos de los pasajeros, los últimos sonidos que registra la caja negra.
Antecedentes de posible premeditación
Según consigna El País, se mostraron ciertos antecedentes que podrían demostrar una posible premeditación de los hechos, por parte de Lubitz.
Por ejemplo, a las 10.27, a 11.600 metros (38.000 pies) de altura le pide al copiloto que vaya preparando el aterrizaje a Düsseldorf y este le responde entre otras palabras con un "ojalá" y un "vamos a ver".