Los cancilleres y representantes de 17 países de América Latina y el Caribe acordaron que no reconocerán a la Asamblea Constituyente de Venezuela, el punto más importante de la declaración que firmaron tras reunirse este martes en Perú.
Heraldo Muñoz, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, expresó que "una decisión importante es no reconocer a la Asamblea Constituyente y los actos que emanen de ella".
De esta forma, el país asume una postura respecto del organismo elegido el 30 de abril más dura y acorde con las otras naciones que han manifestado desconocer a la Asamblea Constituyente.
En un inicio, Santiago manifestó “su profunda decepción ante la decisión del Gobierno venezolano" y expuso que se trataba de una “decisión ilegítima”.
Otro de los puntos destacados de la cita, organizada luego que el gobierno de Caracas decidiera seguir adelante con la Asamblea Constituyente que se realizó el 30 de julio pasado, fue "reiterar que ha habido un quiebre democrático en Venezuela" y que, por esa razón, además se determinó "no apoyar ninguna candidatura de Venezuela a ningún organismo internacional, ya sea regional o mundiales".
La crisis en Venezuela también los llevó a consultar con la Unión Europea la posibilidad de postergar la reunión de Celac-UE, en principio a realizarse el 26 y 27 de octubre en El Salvador.
De acuerdo a Muñoz, la declaración de los cancilleros "rechaza la violencia y la represión" en Venezuela.
Como representante de Chile manifestó que el país se opone a "todo intento de golpe militar, autogolpe, o de levantamiento por la fuerza. Estamos a favor del diálogo, de la negociación".
El ministro nacional insistió que los participantes de la reunión hacen un llamado urgente "para que las partes se pongan de acuerdo para una salida pacífica, un diálogo y una negociación creíbles, para poner fin a la crisis".
"Todavía estamos a tiempo para evitar una profundización de la crisis. Para eso se requiere conversar, negociar. Y este grupo está disponible para hacer todo en ese sentido", añadió Muñoz.
El canciller chileno informó que también se hizo una solicitud a los países que exportan armas a Venezuela, para que no continúen haciéndolo en el marco del Tratado de Comercio de Armas.
Sobre la idea de un organizar un corredor humanitario en favor de la ciudanía venezolana, Muñoz subrayó que este existe la disposición de ayuda "para que lleguen los alimentos y medicinas que sean necesitadas, pero que para eso se requiere la voluntad del gobierno".
Chile mantiene embajador
Una vez finalizada la reunión, el canciller fue consultado por la posibilidad que algunos países opten por retirar a sus embajadores o rompan relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro.
"Les competen a cada país", dijo.
En el caso de Chile, advirtió que el país "no retirará su embajador ni romperá relaciones. Tenemos seis personas que están bajo la protección de nuestra embajada y creemos necesario estar en Caracas, recibir información y tratar de tender puentes".
La próxima reunión de esta instancia será durante la Asamblea General de la Naciones Unidas, cuya próxima sesión está programada para el 12 de septiembre.
Ricardo Luna Mendoza, canciller de Perú, manifestó que "esta es una crisis regional sin precedentes, no es bilateral, pero no hay receta específica que determine algun tipo de accion. Dependerá del enfoque que cada país tenga".
Declaración completa
Los Cancilleres y Representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, reunidos en la ciudad de Lima, el día 8 de agosto de 2017, para abordar la crítica situación en Venezuela y explorar formas de contribuir a la restauración de la democracia en ese país a través de una salida pacífica y negociada;
Animados por el espíritu de solidaridad que caracteriza a la región y en la convicción de que la negociación, con pleno respeto de las normas del derecho internacional y el principio de no intervención, no atenta contra los derechos humanos y la democracia, y es la única herramienta que asegura una solución duradera a las diferencias;
Declaran:
- Su condena a la ruptura del orden democrático en Venezuela.
- Su decisión de no reconocer a la Asamblea Nacional Constituyente, ni los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo.
- Su pleno respaldo y solidaridad con la Asamblea Nacional, democráticamente electa.
- Los actos jurídicos que conforme a la Constitución requieran autorización de la Asamblea Nacional, sólo serán reconocidos cuando dicha Asamblea los haya aprobado.
- Su enérgico rechazo a la violencia y a cualquier opción que involucre el uso de la fuerza.
- Su apoyo y solidaridad con la Fiscal General y los integrantes del Ministerio Público de Venezuela y exigen la aplicación de las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
- Su condena a la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecución política, la existencia de presos políticos y la falta de elecciones libres bajo observación internacional independiente.
- Que Venezuela no cumple con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
- Su seria preocupación por la crisis humanitaria que enfrenta el país y su condena al gobierno por no permitir el ingreso de alimentos y medicinas en apoyo al pueblo venezolano.
- Su decisión de continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
- Su apoyo a la decisión del MERCOSUR de suspender a Venezuela en aplicación del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático.
- Su decisión de no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales.
- Su llamado a detener la transferencia de armas hacia Venezuela a la luz de los artículos 6 y 7 del Tratado sobre el Comercio de Armas.
- Que, teniendo en cuenta las condiciones actuales, solicitarán a la Presidencia Pro Témpore de la CELAC y a la Unión Europea, la postergación de la Cumbre CELAC-UE prevista para octubre de 2017.
- Su compromiso de mantener un seguimiento de la situación en Venezuela, a nivel de Cancilleres, hasta el pleno restablecimiento de la democracia en ese país, y de reunirse a más tardar en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, oportunidad en la que podrán sumarse otros países.
- Su disposición a apoyar de manera urgente y en el marco del respeto a la soberanía venezolana, todo esfuerzo de negociación creíble y de buena fe, que tenga el consenso de las partes y que esté orientado a alcanzar pacíficamente el restablecimiento de la democracia en el país.