El gobierno de la República del Congo incineró este miércoles casi cinco toneladas de marfil confiscado por tráfrico ilícito, en una fuerte señal de las autoridades de su oposición al crimen contra la vida salvaje.
“Este nuevo demonio sigue ganando terreno”, dijo Henri Djombo, el ministro de Economía Forestal y Desarrollo Sustentable. El crimen contra la vida salvaje está “deteriorando y empobreciendo los recursos biológicos del continente desde un punto social económico y medioambiental”, agregó.
La ceremonia tuvo lugar un día después del anuncio de la primera estrategia panafricana para combatir el tráfico ilícito de flora y fauna. Una primera estrategia y plan de acción será presentado en la cumbre de la Unión Africana en junio de 2015 en Johannesburgo.
El tráfico de vida salvaje es un tema de real impacto en África, ya que afecta la biodiversidad y el ecosistema, amenazando el abastecimiento de comida y agua de millones de personas africanos.