Cuatro diplomáticos de alto nivel, encargados de la gestión del Departamento de Estado de Estados Unidos, renunciaron a su cargo este miércoles, según informó hoy (26.01.2017) el diario The Washington Post. Sumado a la dimisión la semana pasada de otros dos funcionarios ha dejado al Departamento que va a dirigir el empresario Rex Tillerson prácticamente sin equipo de gestión.
"Esta es la mayor fuga simultánea de personal institucional que nadie pueda recordar", dice al periódico el que fuera jefe de gabinete del anterior secretario de Estado, John Kerry, entre 2013 y 2015, David Wade. El cargo más importante entre los que renunciaron este miércoles fue el subsecretario de Estado para gestión, Patrick Kennedy, quien llevaba nueve años en el cargo y pretendía mantenerlo bajo la Administración de Trump, según tres fuentes diplomáticas anónimas citadas por el diario capitalino.
Además de Kennedy, dimitieron la secretaria adjunta de Estado para asuntos consulares, Michele Bond; la secretaria adjunta de Estado para administración, Joyce Anne Barr, y el director de la oficina de misiones extranjeras, el embajador Gentry O. Smith, de acuerdo con el Post. Preguntado sobre la información publicada por el Post, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que no la había visto y no podía, por tanto, confirmarla ni desmentirla.