AFP
El principal abogado del equipo legal del presidente Donald Trump, John Dowd, renunció este jueves en medio de crecientes presiones en la Casa Blanca por la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre una presunta colusión con Rusia.
Dowd parte días después de que Trump atacara directamente el trabajo de Muller, calificándolo de "caza de brujas", suscitando dudas sobre si el presidente está interfiriendo con la investigación.
En un correo electrónico Dowd confirmó su partida a la AFP, diciendo: "Amo al presidente y le deseo lo mejor".
Dowd, de 77 años, era el principal abogado del equipo de Trump que se ocupa de la investigación de Mueller, quien busca establecer si la campaña del mandatario coludió con los rusos en el período electoral de 2016.
Mueller investiga también una eventual obstrucción de justicia por parte de Trump y su equipo está en conversaciones para coordinar una entrevista con el presidente.
Este jueves Trump afirmó que continúa dispuesto a ser entrevistado por Mueller.
"Me gustaría", dijo el mandatario a los periodistas cuando le preguntaron sobre la entrevista, que es considerada peligrosa para el presidente y podría realizarse en las próximas semanas.
Pero el equipo legal de la Casa Blanca estaría dividido respecto a en que medida colaborar con los investigadores de Muller y hasta donde enfrentarlos.
En una declaración a un periodista a nombre del presidente, Dowd exhortó el viernes a Mueller "a poner fin a la investigación sobre la supuesta colusión con Rusia". Argumentó que la investigación está siendo "manipulada" y basada en pruebas "fraudelentas y corruptas".
Horas después, Dowd se retractó, diciendo que estaba hablando a título personal y no por el presidente.
En un ataque por Twitter durante el fin de semana, Trump enfrentó directamente a Muller, un exdirector del FBI cuya investigación sobre la colusión se focaliza en forma creciente en el presidente, su familia y principales asesores.
"La investigación de Muller nunca debería haber comenzado, ya que no hubo colusión y no hubo delito", escribió Trump.
El presidente acusó al equipo del fiscal especial de estar integrado por "demócratas endurecidos" y afectado por "enormes conflictos de interés".
En respuesta, varios líderes del Congreso advirtieron a Trump que no debía destituir a Mueller, con el senador Lindsey Graham señalando que ello "podría ser el comienzo del fin de su presidencia".