Los servicios de salud británicos no registraron este martes ningún muerto por coronavirus en las últimas 24 horas, por primera vez desde el 30 de julio de 2020, pese a la preocupación que suscita en el Reino Unido el aumento de casos de la variante Delta.
Aunque las cifras a principios de semana -el lunes fue feriado en el Reino Unido- suelen ser anormalmente bajas por un retraso en los registros, esta reducción de las muertes es una buena noticia para el país de Europa más castigado por la pandemia, con casi 127.782 muertos.
América Latina y el Caribe superan el millón de muertes por COVID-19
La mejora es el resultado de una campaña de vacunación masiva lanzada el 8 de diciembre que ha permitido administrar una primera dosis a más de 39 millones de personas (74,9% de la población adulta) y una segunda a más de 25 millones (48,9%).
Pese a todo, el país contabilizó este martes 3.165 contagios adicionales, lo que lleva el total a casi 4,5 millones e indica un repunte de los casos respecto a las últimas semanas.
Tras un largo y estricto tercer confinamiento este invierno, el Reino Unido está levantando progresivamente las restricciones. Pero la última etapa de esta desescalada, prevista para el 21 de junio, se ve amenazada por el auge de la variante del coronavirus detectada originalmente en India y denominada por la OMS como Delta.
En los últimos días, los expertos ha advertido del riesgo de una tercera ola de infecciones, aumentado la presión sobre el primer ministro Boris Johnson. "Seguiremos evaluando y vigilando los datos a diario", prometió el martes su portavoz.
Según los últimos datos publicados el viernes por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), la tasa de infección sigue siendo "baja" en el país, pese a los signos de aumento.
En Inglaterra, la ONS estimó que al 22 de mayo 48.500 personas estaban infectadas por el virus, es decir, una de cada 1.120.