Después de que se empezara a relacionar la vacuna de AstraZeneca con una atípica afección de coágulos sanguíneos, la de Johnson & Johnson, basada en la misma tecnología, es blanco de las mismas sospechas. ¿Qué se sabe hasta ahora al respecto?
¿Qué se observó?
En ambos casos, las sospechas nacieron después de detectar varios casos de trombosis en personas vacunadas. No se trata de simples trombosis, como las flebitis, sino de afecciones muy inhabituales.
Primeramente, por su localización: afectan las venas cerebrales y en menor medida, el abdomen, indicó el martes la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) sobre Johnson & Johnson (J&J), tras haber hecho los mismos comentarios el 13 de abril sobre AstraZeneca.
Estas patologías se presentan a la par con una caída del nivel de plaquetas sanguíneas, por lo que a la vez de coágulos sanguíneos, el paciente puede sufrir hemorragias. "El tratamiento de este tipo particular de coágulos sanguíneos es diferente del que se administraría normalmente", advierten las autoridades sanitarias estadounidenses, FDA y CDC, que suspendieron el uso de J&J en Estados Unidos.
Para la EMA, hay un "posible vínculo" entre estos problemas sanguíneos poco comunes y la administración de los fármacos de AstraZeneca y J&J. Las dos vacunas son "la causa probable" de estos episodios tan atípicos, estimó por su parte hace una semana un responsable de la FDA, Peter Marks.
El inmunizante de J&J está autorizado en la UE (bajo el nombre de Janssen), pero todavía no ha sido administrado. El de AstraZeneca es aplicado en la UE, aunque todavía no tiene la aprobación en Estados Unidos.
¿A qué se debe?
Estos problemas podrían estar relacionados con la técnica de ambas vacunas de "vector viral". Esta se basa en tomar como soporte otro virus, que se modifica para que transporte en el organismo informaciones genéticas capaces de combatir el covid.
Ambas utilizan un adenovirus, un tipo de virus muy corriente. El de AstraZeneca es un adenovirus de chimpancé y el de J&J es uno humano. "Todo indica que se debe al vector adenovirus", explicó en Twitter Mathieu Molimard, especialista francés en farmacología, recordando que este tipo de problemas no se da con las vacunas de Pfizer/BioNTech y la de Moderna, que utilizan la técnica de ARN mensajero.
Por ahora, se desconoce si estas patologías también se registran con otra vacuna que emplea adenovirus, la rusa Sputnik. Esta está autorizada en unos 60 países, pero no en la UE ni en Estados Unidos.
- ¿Cuáles son los mecanismos?
Varios elementos apuntan a una reacción inmunológica desmesurada provocada por estas vacunas, una "explicación plausible", según la EMA. En un estudio publicado en línea el 28 de marzo, investigadores alemanes y austriacos establecieron un símil con otro mecanismo ya conocido.
El fenómeno "se parece clínicamente a la trombocitopenia inducida por heparina (TIH)", indicó el equipo de científicos liderado por Andreas Greinacher, de la Universidad de Greifswald. La TIH es una reacción inmunitaria anormal, grave e inhabitual desencadenada en algunos pacientes por un medicamento anticoagulante, la heparina.
Es una "explicación plausible", valoró la EMA el 7 de abril, instando a efectuar nuevos estudios.
¿Cuál es el riesgo?
En el caso de J&J, se han registrado ocho casos de trombosis atípicas, entre ellos un deceso, todos en Estados Unidos, entre más de siete millones de dosis administradas, según datos examinados por la EMA. Para AstraZeneca, se han contabilizado 287 casos en el mundo, de ellos 142 en el Espacio Económico Europeo (UE, Islandia, Noruega, Liechtenstein), precisó el regulador europeo el martes.
La semana pasada, este organismo informó de 222 casos registrados hasta el 4 de abril en el Espacio Económico Europeo y en Reino Unido, entre 34 millones de inyecciones.
Con un saldo de 18 muertos hasta el 22 de marzo. Pero, como sucede con todos los medicamentos, la clave está en ponderar los riesgos y los beneficios. "