La primera vez que se supo del grupo fue en la investigación del secuestro de 13 jóvenes en un bar de Ciudad de México.
Las víctimas aparecieron asesinadas en una fosa clandestina. El caso, ocurrido en 2013, fue el episodio más violento de la capital mexicana en los últimos 40 años.
Las autoridades determinaron que fue una disputa entre vendedores de droga.
Y surgió el nombre: La Unión, una pandilla vinculada al cartel de narcotráfico de los hermanos Beltrán Leyva.
Tres años después, el grupo criminal se ha convertido en una de las mayores amenazas a la seguridad de la capital del país.
La Procuraduría (fiscalía) General de Justicia de Ciudad de México (PGJCM) lo vincula con la venta de droga al menudeo, secuestros, extorsiones y asesinatos.
El grupo es responsable de parte de la ola de violencia en algunas zonas de la capital mexicana, que vive un repunte en su índice delictivo.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2015, Ciudad de México tuvo un repunte de 15% en la tasa de delitos por cada 100.000 habitantes.
"La ciudad es insegura"
Quienes más lo resienten son los comerciantes, le dice a BBC Mundo Guillermo Gazal, presidente de la asociación Procentrhico, que representa a los establecimientos comerciales en el Centro Histórico de la capital mexicana.
"La ciudad es insegura, le quiero hacer hincapié en esto", dice.
"Le hemos dicho al jefe de gobierno (Miguel Ángel Mancera) que tuviera cuidado porque hay bandas de delincuencia organizada. Pero ellos dicen que no es cierto".
Gazal padece el asedio del grupo. Hace unos años la banda secuestró a uno de sus hijos, a quien mantuvieron cautivo 19 días.
Y por lo menos en 16 ocasiones distintas, desconocidos dispararon a la fachada de su casa. "Denuncié pero no ha pasado nada", afirma.
BBC Mundo solicitó a la PGJCM una entrevista para abordar el tema de la pandilla, pero no hubo respuesta.
"Barrio bravo"
De acuerdo con investigaciones de la Procuraduría, los primeros indicios de La Unión son de 2010, cuando algunas bandas que operaban en el barrio de Tepito acordaron trabajar juntas.
Tepito, en el centro de la capital mexicana, ha sido una zona conflictiva desde hace décadas.
En los años 70 y 80, por ejemplo, fue el principal centro de distribución de mercancía de contrabando.
En la década siguiente los criminales que allí se refugian empezaron a distribuir cocaína en la capital, y después se expandieron a los municipios vecinos.
La fiscalía capitalina ubica, además, a grupos de falsificadores de discos y videos, así como a bandas de secuestradores, asaltabancos y ladrones de autos.
De acuerdo con investigaciones de la PGJCM –citadas por medios capitalinos- en 2010 llegaron al barrio enviados de los hermanos Beltrán Leyva.
La propuesta que hicieron fue asociarse para distribuir la droga que el cartel importa desde Sudamérica.
Su historia
Al principio la operación funcionó, pero en 2013 fue asesinado un vendedor de droga en la zona de bares de La Condesa, el barrio bohemio de la capital.
El distribuidor pertenecía a un grupo rival, Los Lobos, que en venganza secuestró a los 13 jóvenes del bar Heaven en la Zona Rosa.
Algunas de las víctimas eran familiares de líderes de La Unión, aunque también había personas sin vínculos con el grupo.
A partir de ese momento empezó una guerra entre las pandillas que causó la muerte a una veintena de personas según datos de la PGCM.
La Unión mantuvo el control de la venta de droga en las zonas turísticas de la ciudad, pero luego empezó a extorsionar comerciantes.
En algunos casos, dice Gazal, utilizan a vendedores callejeros para obtener información.
"Les dicen cuánto vendemos y entonces según la tienda es lo que se tiene que pagar", asegura.
"No se vale, nos asaltan en los coches, en las tiendas, tenemos que pagar derecho de piso", la forma como se conoce en México a la cuota de extorsión.
Hasta ahora, Procentrhico presentó 487 denuncias por agresiones de bandas de delincuencia organizada solo en la delegación Cuauhtémoc, donde se encuentra el centro de la capital.
A partir de ese momento empezó una guerra entre las pandillas que causó la muerte a una veintena de personas según datos de la PGCM.
Disputa interna
Desde los años 80, en la capital mexicana no se había presentado un grupo como La Unión.
En esos años, la pandilla más conocida era Los Panchitos, integrada por más de un centenar de jóvenes y adolescentes quienes operaban sobre todo en la zona poniente de la ciudad.
Ahora es distinto. Los miembros de La Unión se asumen como devotos de la Santa Muerte.
Incluso quien fuera su principal líder, Francisco Hernández Gómez, conocido como "Pancho Cayagua", era un asiduo practicante de la santería, según afirman diarios como Reforma.
Hernández Gómez está detenido acusado de participar en el asesinato de cuatro personas.
Especialistas como René Jiménez Ornelas, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creen que la captura del líder puede causar una disputa interna en la pandilla.
Y con ello un nuevo repunte en la violencia de algunas zonas de la capital.
"La Unión no se acaba deteniendo líderes sino cuando se destruyen estructuras", afirma. "Eso no va a ocurrir por la corrupción".