Los momentos más críticos de las últimas semanas vive por estos días Afganistán, y en particular su capital, Kabul. Tres atentados explosivos que dejaron al menos 60 muertos se produjeron este jueves y la amenaza de grupos extremistas acecha en la población.
Con la llegada del Talibán al poder, y la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán tras 20 años de ocupación, cientos de miles de personas han abandonado o siguen intentando salir del país, ante un eventual gobierno de los talibanes, que restringiría las libertades y derechos, principalmente de las mujeres.
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Los días críticos se han agudizados con uno de los ataques explosivos, que ocurrió cerca del Aeropuerto de Kabul y que dejó la mayor cantidad de víctimas fatales, y que fue adjudicado por otro grupo islámico, el Estado Islámico.
ISIS-K
Más específicamente fue una facción del ISIS la que se adjudicó el ataque en Kabul, y que habían estado merodeando el aeropuerto de la ciudad los últimos días. Tanto había sido así que desde la Casa Blanca habían advertido que un ataque del grupo era altamente probable por estos días.
El ISIS, o Estado Islámico y el Levante, llegó al poder en Irak y Siria en 2014 e impuso un califato. Grupos islámicos de otros países de medio oriente también intentaron unirse a la yihad y así ocurrió en la zona de Afganistán y Pakistán, donde nació un ala del ISIS.
Según registros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Kabul hubo células del Estado Islámico, además de Kunar, Nangarhar y Nuristán. De todos modos, en cantidad de combatientes el ISIS no se asemeja a las fuerzas del Talibán y, según los últimos registros de la ONU solo 500 serían los miembros del grupo Estado Islámico.
El nombre de la facción, proviene de una región histórica de medio oriente que incluye Pakistán, Irán y Afganistán, conocida como “Khorasan”, es por eso que se le conoce mundialmente como ISIS-K.
Relación con el Talibán
Pese a que en número, el Estado Islámico no se equipara con las fuerzas de los talibanes, se han enfrentado en distintas ocasiones.
El ISIS considera que los talibanes no son lo suficientemente devotos del Islam, pese a que ambos son militantes islámicos sunitas de la línea dura. Los grupos difieren en términos religiosos y de estrategias de expansión de su territorio.