Tras reunirse en Ankara con su par ruso, Vladimir Putin, el presidente tuco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que tanto su país como Rusia están a favor de preservar la integridad de Irak y Siria.
Erdogan añadió que el referéndum sobre la independencia kurda en Irak es absolutamente ilegítimo.
En el mismo sentido, el jefe del Kremlin consideró que esta consulta, en la que casi un 93 por ciento de los votantes se manifestó a favor de la independencia, no debería provocar la desestabilización de Irak.
Con respecto a Siria, Putin anunció que Rusia y Turquía reforzarán la cooperación a nivel diplomático, militar y de servicios de inteligencia en ese país.
"Nos hemos encontrado personalmente cinco veces este año y además hablamos continuamente por teléfono; hay pocos países que tienen una relación tan estrecha", dijo el líder turco.
Las partes reafirmaron el acuerdo para el establecimiento de cuatro zonas de protección en Siria, acordadas en la última ronda de conversaciones en Astana, Kazajstán.
La mayor de estas zonas de protección se construirá en la provincia de Idlib. En las reuniones de Astana, Rusia e Irán participaron como partidarios del gobierno sirio.
Turquía es considerada partidaria de la oposición. Relación bilateral Putin señaló que el turismo ruso con destino a Turquía se había multiplicado por once en los últimos siete meses, alcanzando los 2,5 millones de turistas.
Pero no hubo mención a los flecos que quedan por negociar en el sector agrícola, y que no se han normalizado aún tras la crisis de 2016, como la exportación de tomates de Turquía a Rusia, vetada aún.
Tampoco se mencionó la compra de los misiles S-400 que Turquía está adquiriendo a Rusia para reforzar sus sistemas de defensa antiaérea.
Los mandatarios también confirmaron que los dos proyectos bilaterales más importantes, el gasoducto TurkStream a través del Mar Negro y la planta nuclear de Akkuyu, en construcción en la costa meridional de Turquía, continúan según lo previsto.