Con el acuerdo entre Grecia y sus acreedores en el bolsillo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, tuvo la dura tarea esta semana de convencer a sus socios en el parlamento griego de aceptar las condiciones del tercer rescate.
El tercer plan de ayuda incluye liberación de al menos 80.000 millones de euros para salvar a Grecia de caer en bancarrota e incluso su eventual salida de la zona euro. Sin embargo, ese plan venía con duras condiciones desde los acreedores.
Tal como estaba agendado, este miércoles al atardecer comenzó el debate en el parlamento griego para aprovar el proyecto de ley presentado el martes con las condiciones de los acreedores que incluyen medidas como la subida del IVA y la adopción de una regla de oro presupuestaria.
Sin embargo, poco después de que comenzara la discusión, manifestantes opuestos a las condiciones del rescate -que incluyen estrictas medidas de austeridad- se tomaron la plaza Syntagma de Atenas.
Tras una manifestación de unas 12.000 personas opuestas al acuerdo, varias docenas de jóvenes enmascados protagonizaron un enfrentamiento con la policía, que se tornó violento con el lanzamiento de proyectiles y bombas molotov, y luego con la respuesta de la policía con gases lacrimógenos.
El voto del parlamento heleno sucede el mismo día en que el Fondo Monetario Internacional reveló el informe en que reitera la necesidad de un quite de la deuda griega, una opción que no está contemplada en el acuerdo propuesto el fin de semana pasado.