Activistas peruanas protestaron este sábado frente al Palacio de Justicia de Lima contra la "impunidad" de los agresores sexuales y por un polémico fallo que absolvió a un acusado de violación debido a la ropa interior que vestía la víctima.
"Hacemos frente a un país que ha permitido que nuestros violadores permanezcan sueltos, Perú país de violadores", dijo una activista al leer una proclama en la protesta, en la que participaron un centenar de mujeres.
Las manifestantes criticaron un reciente fallo que absolvió a un hombre denunciado por violación debido a que la víctima, una muchacha de 20 años, vestía un calzón rojo de encaje y había bebido unos tragos con él.
Los tres jueces que dictaron este polémico fallo enfrentan ahora una investigación por parte de la Oficina de Control de la Magistratura.
"No volveremos a permitir que nos culpen de sus crímenes, la impunidad se acabó, no hay calzón rojo, bebida alcohólica, ni vida social que justifique sus monstruosidades", declaró la activista que leyó la proclama.
"Estamos aquí por Eyvi, por Arllete, por Sheyla, por Zuleimy, por Yolimar, por Camila, por Daniela, por Jimena, por Patricia (victimas de violencia contra la mujer en Perú) y por todas las que murieron a manos de hombres inescrupulosos que decían amarlas", agregó.
Eyvi Ágreda, de 22 años, murió el 1 de junio de 2018, cinco semanas después de ser rociada con gasolina y quemada mientras viajaba en un autobús en Lima por un hombre que la acosaba.
Arlette Contreras, de 25 años, sobrevivió a un brutal ataque físico y sexual por parte de su pareja, que quedó grabado en las cámaras de un hotel en julio de 2015.
El agresor fue inicialmente absuelto por la justicia, lo que generó una controversia y el proceso fue anulado. En un nuevo juicio fue condenado a 11 años de prisión, pero está prófugo.
Entre enero y septiembre de este año se han denunciado en el país casi 7.000 violaciones, una tercera parte a menores de edad, según cifras del Ministerio de la Mujer.
En octubre tuvo gran difusión la denuncia de la violación de una muchacha en Lima por parte de cinco jóvenes, un caso comparado por los medios peruanos con el de "La Manada" de España, que alcanzó gran notoriedad en 2016.
Los cinco inculpados fueron enviados por un tribunal peruano a prisión preventiva por nueve meses.
