El 21 de noviembre un hombre de 44 años fue detenido por la Guardia Civil en la localidad española Vegas del Genil, en Granada (España), por mantener un criadero ilegal de perros.
Lugar de crianza sin permisos locales en un antiguo secadero de tabaco. Hallazgo donde los agentes de seguridad se percataron que algunos perros movían sus bocas, pero no ladraban.
Allí fue donde los presentes se dieron cuenta que los canes no podían emitir sonido debido a que tenían las cuerdas vocales cortadas.
De los 98 perros que matenían en el secadero de tabaco, eran 34 los que presentaban esta intervención quirúrgica.
Según consigna El País el detenido "manifestó a los investigadores que cortaba las cuerdas vocales a muchos de sus animales para evitar que con sus ladridos quedara al descubierto la ubicación de su negocio".
Bajo esta misma línea el acusado de tener este criadero ilegal, donde figuraban razas como caniche, pomerania, chihuahua, bichón maltés y spitz, indicó que él mismo realizaba las intervenciones quirúrgicas.
Según la Guardia Civil, a pesar de encontrar a los animales algo hacinados, la apariencia era de estar bien cuidados y en buen estado de salud.
Con estos antecedentes la justicia española acusa al hombre de maltrato animal, como también de instrusismo profesional, con respecto a las supuestas intervenciones que realizó a los perros sin tener título veterinario.
Se sospecha qu el detenido también pudo haber encubrido a algún veterinario implicado en el corte de cuerdas vocales.